Todo listo para la censura Este próximo lunes en el Senado aprobarán al vapor, sin el más mínimo análisis ni pudor, la reforma de telecomu...
Todo listo para la censura
Este próximo lunes en el Senado aprobarán al vapor, sin el más mínimo análisis ni pudor, la reforma de telecomunicaciones que crea la Agencia Big Brother de la 4T. Pero no hay de qué espantarse porque ayer la propia presidenta Claudia Sheinbaum dijo que las preocupaciones son infundadas, en serio, pues no habrá censura... aunque en la iniciativa de ley diga exactamente lo contrario.
Es decir, senadores y diputados le van a dar al gobierno federal todo el poder sobre las telecomunicaciones, incluida la facultad de apagar cualquier plataforma digital a criterio de la autoridad. ¿Qué podría salir mal? Se les dio el control del Congreso de la Unión y sólo mataron la independencia del Poder Judicial, convirtieron la transparencia en una dádiva graciosa del gobierno y le devolvieron el poder monopólico a Pemex y la CFE.
No hay nada de qué preocuparse, querido lector. Después de todo, ¿quién necesita instituciones autónomas, contrapesos o libertad digital cuando tenemos la palabra presidencial de que todo estará bien? La historia nos enseña que dar poderes extraordinarios a los gobiernos siempre termina maravillosamente para los ciudadanos. Y si usted cree lo contrario, quizás pronto ni siquiera pueda expresarlo en línea. ¡Feliz fin de semana mientras dure!
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Demasiado tarde
Nos cuentan que en la industria de telecomunicaciones hay no sólo preocupación sino alarma genuina con la iniciativa de reforma al sector, pues consideran que de un plumazo devolvería al país a la era previa a la paulatina y complicada apertura democrática de finales del siglo pasado. El balance que hacen es devastador: cuando creían que se había superado la antidemocracia, esta propuesta de ley representa un "retroceso monumental" porque plantea la centralización y concentración absoluta del sector en un solo organismo.
Lo que está presente, según los representantes de esa industria, es la tentación autoritaria, la ausencia de contrapesos y el debilitamiento del mercado, con lo que al final el consumidor será quien pague las consecuencias. De plano, nos detallan, consideran que es un enorme "engaño" toda la narrativa de inclusión, digitalización y conectividad, utilizada como pretexto para desmantelar una industria que había avanzado hacia la competencia y pluralidad.
Pese a este sombrío diagnóstico, nos comentan que todavía abrigan una tenue esperanza de rectificación oficial. Sin embargo, el tiempo se agota aceleradamente, pues la aprobación avanza en modo fast track, con esa prisa legislativa que suele caracterizar a las reformas más polémicas. Los empresarios del sector saben que enfrentan una batalla casi perdida contra un tsunami político que no parece dispuesto a escuchar voces discordantes, por más técnicas y fundamentadas que sean.
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No me ayuden, compadres…
Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum ha rechazado públicamente que exista una intención censora en las recién enviadas reformas a la Ley de Telecomunicaciones, sus propios aliados en el Senado están haciendo añicos ese discurso institucional con confesiones que revelan la verdadera agenda. Senadores de Morena y PT admiten sin el menor rubor que el objetivo central es "¡controlar la narrativa!" en medios y plataformas digitales.
La senadora petista Lizeth García fue más allá en este destape involuntario de intenciones, aseverando con descaro que el Estado debe intervenir medios y redes sociales para "evitar división y odio", esos términos elásticos que históricamente han servido como pretexto para silenciar voces críticas en regímenes de diversos colores ideológicos.
No quedándose atrás en esta competencia por revelar lo que se supone debía permanecer implícito, el senador morenista Aníbal Ostoa advirtió que es momento de "tomar el control de lo que consideran sus pantallas y sus medios" y dejar de ser "rehenes del chantaje mediático". Una declaración digna de antología sobre los verdaderos propósitos de esta reforma.
Con estos aliados legislativos exponiendo sin filtro las intenciones reales detrás de la reforma, la presidenta Sheinbaum enfrenta un dilema comunicacional mayúsculo: o admite que efectivamente buscan controlar el ecosistema mediático, o reconoce que sus propios senadores están fuera de control.
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Narcocandidatos se quedan: INE
Por más que el senador Gerardo Fernández Noroña quiera enmendar la coladera del narco que su propio partido impulsó en la elección Judicial, en el INE está completamente descartada la posibilidad de que a estas alturas del proceso electoral haya cambios en las boletas, las cuales tendrían que estar impresas y entregadas en la primera semana de mayo. El calendario electoral es implacable y no se detiene por crisis de último momento, por más justificadas que puedan parecer.
Además, tampoco hay tiempo para sustituciones, ya que esto debió hacerlo el Senado antes de entregar las listas de candidaturas, no después de que explotara el escándalo de los aspirantes con vínculos narco. Así que los nombres que ya están serán por los que la ciudadanía votará el 1 de junio, otra cosa será si sus triunfos se mantienen firmes o los tiran en procesos subsecuentes mediante impugnaciones.
La ironía mordaz de la situación es que los mismos que armaron la reforma judicial y diseñaron los supuestos filtros para evitar candidatos ligados al crimen, ahora fingen sorpresa e indignación ante lo inevitable. Pero, por suerte para el oficialismo, el caso de los candidatos impresentables llegará eventualmente al tribunal electoral, ese órgano donde ya se sabe quién manda y cuya lealtad al proyecto actual es evidente. Así que mientras Noroña rasga vestiduras públicamente, los engranajes del poder siguen su marcha inexorable hacia la consumación de un proceso que, pese a sus evidentes fallas, nadie parece dispuesto a detener realmente.
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El estigma de la traición
Nos cuentan que el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Alberto Pérez Dayán sigue cargando con el pesado estigma de la traición. Ayer, durante una visita que realizó a Mérida, el magistrado en retiro Pablo Monroy lo increpó públicamente, recordándole su controversial voto del 5 de noviembre pasado en el pleno del alto tribunal, aquel que le quitó el último nubarrón a la reforma al Poder Judicial para que siguiera su curso.
En un video que ha circulado profusamente en las ya no tan benditas redes sociales, Monroy le confronta sin contemplaciones: "¿Ves las consecuencias que estamos sufriendo por ese voto que tú no diste a favor del proyecto? Candidatos a jueces que son personas ligadas al narco, y eso es una consecuencia de lo que tú no votaste. ¿Cómo puedes vivir con eso en la conciencia?", le espetó al ministro frente a testigos y cámaras.
La confrontación alcanzó su clímax cuando el exmagistrado, quien además fue compañero de trabajo de Pérez Dayán antes de que éste ascendiera al máximo tribunal, sentenció sin miramientos: "Te califico de traidor y te lo digo de frente". El incidente deja en evidencia que las heridas por aquella decisión judicial siguen abiertas, y que el ministro Pérez Dayán quizás tendrá que acostumbrarse a estos incómodos encuentros, dondequiera que vaya.
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Fiscalía de chocolate
El asesinato de la madre buscadora María del Carmen Morales y de su hijo Jaime Daniel Ramírez Morales, en Jalisco, desató una ola de condenas plenamente justificada. Pero quien desentonó grotescamente, nos dicen, fue la Fiscalía estatal, al suponer —para algunos de manera escandalosamente anticipada— que el doble crimen no está relacionado con la labor de rastreo de María del Carmen.
El órgano de justicia repitió la fórmula que aplicó con el homicidio de otra buscadora, Teresa González, quien murió el pasado 2 de abril, cuatro días después de sufrir un ataque armado. En ambos casos, la Fiscalía no tuvo ni siquiera el gesto elemental de reconocer el carácter de activistas de las víctimas, y se apresuró a tratar de desvincular las agresiones de su labor de rastreo, como si existiera un manual institucional para descontextualizar estos crímenes.
Mientras el gobernador Pablo Lemus y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, no tuvieron empacho en reconocer la gravedad de los atentados y su posible vínculo con la actividad de las buscadoras, la Fiscalía jalisciense parece vivir en una realidad paralela. Todo indica que la lección del caso Teuchitlán, en el que fueron denunciadas varias omisiones de la institución estatal, no ha sido suficiente para modificar sus prácticas de investigación ni su débil compromiso con las víctimas que buscan a desaparecidos.
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Los Nopales Automáticos
Censura al vapor
¡Al vapor aprueban la censura!
Con prisa legislativa y sin pudor
Mientras Claudia jura: (No hay de qué preocuparse)
¡Sus senadores confiesan la censura que viene!
Todo listo para que este lunes el Senado
Arme su Big Brother en versión 4T
"Las preocupaciones son infundadas", juran
Pues escriben lo contrario en esa ley
¿Qué puede salir mal con estos mentirosos?
¡Si ya mataron la independencia judicial!
¿Quién necesita contrapesos?
¿Para qué la libertad digital?
Si tenemos la palabra presidencial
De que todo estará perfectamente normal
La industria telecom entró en pánico
Un "retroceso monumental" ven venir
La tentación autoritaria en su esplendor
Centralización absoluta para reprimir
La narrativa cuatrotera habla de inclusión
Su engaño avanza en rápida aprobación
Pero los aliados no ayudan nada
"¡Controlar la narrativa!" gritan sin pudor
Senadores revelan que la censura es real
Sin el menor rubor ni disimulo vocal
Lizeth García proclama sin tapujos
Que hay que intervenir redes "para evitar división"
Y Aníbal Ostoa remata sin dudar:
"¡Hay que tomar control de los medios, sí señor!"
Mientras Claudia enfrenta el dilema brutal:
¿Admitir la censura o a sus senadores callar?
¡Feliz fin de semana mientras dure!
La libre expresión en línea es temporal
Cuando llegue la Agencia Big Brother
¡Tu libertad será un recuerdo digital!