Regresó triunfalmente a la Casa Blanca jurando hacer a América grandiosa otra vez... otra vez. Y empezó con todo: declaró emergencia nacio...
Regresó triunfalmente a la Casa Blanca jurando hacer a América grandiosa otra vez... otra vez. Y empezó con todo: declaró emergencia nacional en la frontera, prometió catalogar a los cárteles como organizaciones terroristas y, de paso, decidió que el Golfo de México necesitaba un rebrand urgente a "Golfo de América" (hasta el nombre de nuestro país le molesta).
Trump ha confirmado que entre las primeras medidas que firmará como presidente estará una declaración de “emergencia nacional” en la frontera sur del país, lo que le permitirá militarizar la zona fronteriza y sellar los pasos de entrada al país, dándole además un arsenal de fondos y recursos militares para poner en marcha su plan de detenciones y deportaciones masivas.
“Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal, y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron”, anunció. “Restableceremos la política de ‘quédate en México’. Pondré fin a la práctica de captura y liberación, y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país”, ha continuado entre aplausos. “Las órdenes que he firmado hoy también designarán a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, e invocando la ley de enemigos extranjeros de 1798 ordenaré a nuestro gobierno que utilice todo el inmenso poder de las fuerzas del orden federales y estatales para eliminar la presencia de todas las bandas y redes criminales extranjeras que traen delitos devastadores a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y centros urbanos”.
Pero esperen, hay más. Como todo buen showman, Trump nos regaló una lista de Greatest Hits que incluye:
"Deportaciones masivas para todos" - Como si fuera oferta del Buen Fin, pero sin descuento y con extra de trauma familiar.
"El Canal de Panamá será nuestro otra vez" - Porque aparentemente no tenía suficiente con una muralla, ahora también quiere un canal. La pregunta es: ¿Lo permitirá y lo pagará Panamá?
"Solo habrá dos géneros" - Trump, autoproclamado experto en biología, ha decidido simplificar la compleja realidad humana con toques de wokismo a un sistema binario. Próximamente también decretará que la Tierra es plana, solo para mantener las cosas simples.
"Vamos a perforar, baby, a perforar" - En su cruzada contra el cambio climático (léase: negarlo), Trump promete convertir el planeta en un queso gruyère petrolero. Al menos tendremos gasolina barata para cuando tengamos que evacuar por el apocalipsis climático.
Todo este repertorio de acciones se circunscribirá a golpe de órdenes ejecutivas, que son el procedimiento habitual para no tener que pasar por la aprobación del Congreso. No tiene nada de raro que los presidentes de Estados Unidos recurran a este mecanismo. Incluso ni siquiera será el mandatario que más lo haya usado, pues sólo hay que recordar que Franklin Delano Roosevelt firmó 3,721 órdenes. Durante su primer mandato, Trump firmó 220. Joe Biden había firmado 160 hasta el pasado 20 de diciembre.
Pero volviendo a la actualidad, lo más irónico de todo es que mientras Trump planea convertir la frontera en una zona militarizada y catalogar a los cárteles como terroristas con este mecanismo, el peso mexicano hace su luchita para no desplomarse, y hasta el momento lo está haciaendo bien. El viejo refrán reza que "Cuando Estados Unidos estornuda, México se resfría", y ojalá no sea necesario actualizarlo a "Cuando Trump habla, México se va a terapia intensiva".
Por lo pronto, el mayor miedo de los migrantes se ha cumplido este 20 de enero: en el mismo momento que Donald Trump tomó posesión, la aplicación CBP One, el sistema que permite pedir asilo en Estados Unidos, ha cerrado. La noticia ha conmocionado a los migrantes que esperaban hoy lunes en Ciudad Juárez en el puente fronterizo, porque tenían cita confirmada para la una de la tarde. Algunos llevaban siete meses esperando esta entrevista, que en el último momento fue desbaratada por la nueva Administración.
La cereza del pastel fue su encuentro con Biden en la Casa Blanca antes de la ceremonia. Uno se pregunta si intercambiaron tips sobre cómo manejar carpetas clasificadas o simplemente compararon notas sobre quién tiene más investigaciones en curso.
Entre los 800 invitados VIP estaba Elon Musk, eufórico por la promesa trumpiana de poner la bandera norteamericana en Marte. Mientras tanto, otros 1,300 asistentes tuvieron que ver el evento desde el interior debido al frío, lo cual es bastante metafórico si pensamos en el clima político que se avecina.
Y como bonus track, Biden aprovechó sus últimas horas para repartir indultos como si fueran dulces en una piñata, incluyendo a prácticamente todos los que investigaron el pequeño incidente turístico del 6 de enero en el Capitolio.
En fin, bienvenidos a la temporada 2 de "Make America Great Again", ahora con más drama, más decretos ejecutivos y definitivamente más material para los comediantes. México, agárrate, que vienen curvas... y no precisamente en el nuevo Golfo de América.
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