A Morena no le alcanzan los senadores para pasar reformas constitucionales. Expertos en temas electorales están haciendo ya un cálculo má...
A Morena no le alcanzan los senadores para pasar reformas constitucionales.
Expertos en temas electorales están haciendo ya un cálculo más preciso sobre cuántos escaños alcanzaría el partido oficialista. Y resulta que solamente llegan a entre 81 y 83 senadores como máximo en la composición de la Cámara Alta. Esto quiere decir que entonces se quedarían cortos con o con dos o hasta con cuatro escaños, pues para que en el Senado de la República pueda pasar reformas constitucionales se requieren de 85 senadores.
El oficialismo se quedaría corto para empujar las reformas constitucionales que necesita para desaparecer a los organismos independientes y modificar el Poder Judicial.
La sociedad civil se está organizando para defender la autonomía del Poder Judicial y combatir la desaparición de los organismos independientes como el INAI, la Cofece, incluso hasta el mismo INE, pero me parece que ante esta posibilidad de que se quede corto el oficialismo en el Senado, entonces las baterías deberían enfilarse a otros entes: los senadores de oposición.
Si efectivamente Morena se queda corto, sin duda, tal como lo hicieron el PRI y el PAN, intentarán alquilar, amedrentar y presionar a senadores de oposición para que respalden las modificaciones con las que desean complacer al Atila de Macuspana.
Eso es lo que no se puede permitir la oposición, pero si no hay presión ciudadana para que esto no ocurra los partidos harán lo que siempre hacen: decepcionar y darle la espalda a México.
No permitir que los políticos nos vuelvan a ver la cara es una carrera de resistencia, no un sprint casual. Se trata de dejar de creer que Santa Clos, los Reyes Magos y el niño Dios nos harán la chamba. Se trata de mojarse cuando llueva. Se trata de ensuciarse cuando haya lodo.
Creo firmemente que los ciudadanos debemos exigir cambios al Poder Judicial, pero para que tenga más facultades y para que sea más honesto y capaz. Eso es lo que debemos empujar.
Creo que los organismos autónomos también deben ser modificados, pero para que sean más eficientes y tengan más herramientas para equilibrar el poder.
Y por eso creo que es el momento de ponerle verdadera presión a los Senadores, y aún más a los de oposición, porque las traiciones se dan justo allí.
Las marchas se deben dar todo el tiempo. Las protestas deben continuar. Las movilizaciones se deben incrementar en los momentos clave de las votaciones. La observancia a los políticos de oposición se debe incrementar en las discusiones. La sociedad civil debe participar justo en esos momentos cruciales.
La sociedad civil no puede permitirle a los Senadores pretextos, ni ausencias, ni viajes, ni abstenciones. La anterior legislatura fue una decepción bestial, a esta no podemos permitirle lo mismo. Que les salga caro traicionarnos. Que se avergüencen de sus marranadas.
Como sea, habrá que ver cómo dirime el Tribunal Electoral este relajo.