Hoy que el PAN, el PRI y el PRD nos están dando un espectáculo bochornoso y lamentable, vale la pena recordar lo que dije exactamente hace u...
Hoy que el PAN, el PRI y el PRD nos están dando un espectáculo bochornoso y lamentable, vale la pena recordar lo que dije exactamente hace un año:
"¿Con esa clase de oposición es con la que los mexicanos cuentan para hacerle frente a Morena?. ¿Ese es el tipo de personas que queremos que sustituyan la basura que nos gobierna en este momento?. No tenemos los mexicanos para dónde irnos, porque el hecho de que le hayan echado la culpa al electorado del Estado de México de su derrota, los muestra claramente en toda su dimensión".
Esto lo dije hace un año con los resultados en el Estado de México, y hoy suscribo lo que dije en aquel momento. Que Alito Moreno, Marko Cortés y Zambrano se mantengan todavía en la dirigencia de sus respectivos partidos, a pesar de la brutal derrota que han sufrido, y además sean capaces de decir o de afirmar que la culpa la tiene el propio electorado, me hace pensar que haber dicho que la oposición no se merecía sustituir a Morena no solamente se ratifica, sino que además se convierte en una afirmación lapidaria, dolorosa, no grata, por supuesto, pero contundente y realista.
En aquel momento también dije algo sumamente lapidario:
"He dicho en este espacio que Morena no se merece el refrendo en las urnas, pero los que menos se merecen sustituirlo son el PAN, el PRI o el PRD, ni mucho menos los partidos morralla. Es una clase política abyecta que solamente se está abocando a mantener sus privilegios y hace a un lado a los verdaderos actores del proceso democrático. Nosotros, la banda, la raza, que dieron un ejemplo de cómo conducirse durante las elecciones tanto en el Estado de México como también en Coahuila".
A un año de distancia vemos otro espectáculo bochornoso y más feo todavía, porque Alito, Marko y Zambrano no solamente le están facilitando a Morena la narrativa de corruptos. Están ratificando que la oposición efectivamente se merece todos los epítetos que les ha lanzado Andrés Manuel López Obrador.
México necesita una oposición con más altas metas, una oposición que de verdad represente los más altos ideales de los mexicanos. Y esto pasa por la ética, que demandaba a estos tres mequetrefes que pusieran por delante su renuncia, pero no sólo no la han puesto, sino que además van a ser diputados federales o senadores, a excepción de Zambrano que a lo mejor ni siquiera sale con este tema si se ratifica que el PRD perdió el registro.
En la reflexión que publiqué hace un año hay una parte que es más relevante hoy:
"Lo único que cabe en este momento es no solamente esperar a que, ya sea Marcelo o Claudia Sheinbaum, se conduzcan con mejor pie que la actual administración, sino que además pongan en la mesa un cambio drástico y verdadero en el sistema electoral mexicano, pero no como lo estaba previendo justamente el presidente López Obrador, porque definitivamente ese reyezuelo no tiene siquiera cómo salvar su propuesta. Pudiera ser que tanto Marcelo o Claudia pudieran tener una visión más democrática en este sentido, independientemente de las tribus morenistas. Pero la verdad es que ahorita, por lo pronto, los mexicanos estamos siendo rehenes de una clase política abyecta, una auténtica basura".
No le quito ni un punto, ni una coma, ni un acento a lo que he dicho.
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