Más allá del resultado de las elecciones del próximo 2 de junio, evidentemente hay una pregunta que flota en el ambiente: ¿Qué va a suceder ...
Más allá del resultado de las elecciones del próximo 2 de junio, evidentemente hay una pregunta que flota en el ambiente: ¿Qué va a suceder con las casas encuestadoras?
Algunas le dabn el gane a una candidata hasta por el 80%. Otras dieron un empate técnico difícil de creer. Hay otras que circulan, sobre todo en los grupos de WhatsApp, que supuestamente vienen de una universidad de París y que hicieron un "cruce de datos con inteligencia artificial" para salir con que la candidata de la oposición tiene el 89% de probabilidades de ganar no solamente la Presidencia, sino también la Cámara de Diputados y Senadores por abrumadora mayoría. Y así...
Esto contribuye por supuesto a preguntarse si seguirán viables como modelo de negocio las casas encuestadoras.
El resultado electoral de este próximo 2 de junio nos va a dar margen a ver cuáles son las encuestadoras que de verdad valen la pena y las que de plano hay que desechar porque son pura maldita basura. Se ha corrompido tanto la idea primigenia de la encuesta electoral, que evidentemente uno uno ya empieza a descartar en automático los resultados que uno u otra nos ofrecen en sus supuestos sondeos.
Alguna vez un muy buen amigo mío, dueño de una casa encuestadora muy reconocida en México, me dijo que la encuesta electoral como tal no sirve para mostrar el cuál es la tendencia electoral del momento, sino que tiene un propósito mucho más perverso, y es precisamente el de servir como herramienta de negociación dentro de los partidos antes de los procesos electorales.
Ejemplifiquemos. Yo quiero ser candidato a como dé lugar por el primer partido que muerda el anzuelo, así que le digo a mi amiga de la casa encuestadora A, 'oye, no seas malita, cuélame allí en esa encuesta, aunque nadie me conozca ni en mi cuadra. Pon mi nombre para aparecer allí y pues ahí te encargo. Entonces fulanita de tal de la encuestadora A me cobra una lana para aparecer allí. Cuando ya tengo el resultado de esa encuesta en donde aparezo de manera artificial voy con el partido B y le digo 'oye, mira, ¿ya viste que salí en esta encuesta sin decir nada y sin hacer nada y sin mover un dedo?, me tienes que meter porque mira, este porcentaje, dependiendo de dónde me vaya, te puede pegar o no. Entonces el partido B dice entonces 'Ay güey, ¿de dónde salió, de qué cloaca brotó?...
Mientras el partido B se devana los pocos sesos, voy ahora con el dueño de la encuestadora C -je... que coincidencia con la primer letra- y le digo 'échame la mano y cuélame y cucharéame'. Perengano de tal en su "sondeo" me añado y entonces ya estoy en dos encuestas, dos herramientas para negociar con el partido B, o con el partido D, mi inclusión como candidato o como candidata.
Esa es la realidad de un montón de "casas encuestadoras". Así perviven y subsisten: haciéndole 'el favor' a mucha gente de aparecer en sus sondeos para ser tomados en cuenta ante los partidos políticos. Son arietes o como herramientas para poder colarse y convertirse en candidato o candidata.
Ese origen pervertido de los primeros sondeos electorales pervive y subsiste a lo largo de la campaña electoral, porque si fulanito o sutanita logran colarse como candidatos del partido que sea, pues evidentemente buscarán mantener el momentum de ese engaño. Es decir, justificarle al partido pues el que le hayan metido como fórmula, y empieza a montarse entonces un manoseo tremendo en las encuestas que termina llegando obviamente hasta el día de la elección, que es cuando el partido termina dándose un frentazo.
Al final del día la gente termina votando por quienes son su verdadera opción, y hemos visto cada vez más frecuentemente resultados electorales totalmente dispares de lo que mostraban los dichosos sondeos y encuestas, contribuyendo cada vez más a que la gente confíe menos en los sondeos de todas las casas encuestadoras, porque tienden a equivocarse cada vez más.
Como en todos los negocios, hay arribistas e improvisados que no van por ofrecer resultados confiables, sino cobrar muy bien a pesar de haberse equivocado.
Y creo que eso va a abundar en los resultados de este próximo 2 de junio.