Hace 18 años exactamente. Vicente Fox Quesada era presidente, y cometió el error garrafal de intentar, o en todo caso de impulsar, el desafu...
Hace 18 años exactamente. Vicente Fox Quesada era presidente, y cometió el error garrafal de intentar, o en todo caso de impulsar, el desafuero en contra de el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. Un claro abuso de poder que posicionó precisamente al hoy presidente como el favorito de las huestes ciudadanas para ser ahora el Presidente de la República.
Es exactamente el mismo error que está cometiendo ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador contra Xóchitl Gálvez. Nada más que hay diferencias, porque hasta en eso hay diferencias. Lo de Vicente Fox Quezada, el intentar desaforar y encarcelar a López Obrador fue un abuso de poder, un total completo y abuso de poder del que todos nos dimos cuenta y que por supuesto, le redituó política y electoralmente a Andrés Manuel López Obrador.
Lo que hoy estamos viendo que está haciendo el Presidente al exhibir los supuestos contratos y las cuentas y la vida fiscal de Xóchitl Gálvez es un ejercicio ilegal del poder. Hay una enorme diferencia. Si lo de Vicente Fox Quesada fue un abuso de poder, esto es un delito. Es un uso ilegal, a todas luces, del poder que tiene López Obrador en el Gobierno, y esto nos hace ver con toda la claridad del mundo de que el presidente se muere de miedo. La verdad es que tan no midió el impacto que iba a tener y tiene en este momento y evidentemente va a seguir teniendo Xóchitl Gálvez en la vida política, que al ver que está siendo opacado todo su esfuerzo a favor de las corcholatas precisamente por la hidalguense, pues está recurriendo incluso a violar la ley, a cometer ilícitos en nombre de la Presidencia de la República, y nos deja ver con toda la claridad del mundo que el Presidente se está defecando del miedo, así de plano. Porque con toda la claridad del mundo, el momentum que él mismo está impulsando a favor de Xóchitl Gálvez, por supuesto que va a dar de aquí a noviembre, cuando técnicamente deberían de comenzar las precampañas electorales, de seguir así este asunto, no solamente estaríamos asistiendo, obviamente a una debacle propiciada por la propia Presidencia de la República, o en este caso el propio Presidente, sino que además también estaríamos viendo un impulso desmesurado, inconmensurable por parte del propio Presidente, a quien terminaría sustituyéndolo en la Presidencia de la República.
Yo sé que me estoy adelantando mucho. Yo sé que esto es todavía muy, muy, muy, muy por delante. Es más, en este momento nada asegura que Xóchitl Gálvez sea la abanderada de la oposición para la Presidencia de la República en este 2024. Pero como van las cosas, el propio Presidente está cavando la tumba de Morena, mercadológica y electoralmente está utilizando todo el poder de la Presidencia de la República para mantener el ojo en Xóchitl Gálvez, no en las corcholatas.
Y eventualmente esto haría que el presidente cometa el error. El mismo error exactamente que cometió Vicente Fox Quesada cuando trató de reventarlo a él electoralmente. Parece ser que la historia es cíclica. Lamentablemente los mexicanos poco aprendemos de este asunto. Pero por lo pronto esto promete. Promete todavía tener todavía más aristas de las que nos hubiéramos imaginado. Y sí, la realidad es que le pone mucha salsita y mucho picante y muchas especias a una elección que parecía, parecía que iba a ser muy aburrida.
Pues no, al contrario, está resultando sumamente divertida. Ya era hora. Caray.