El Festival del Caribe de Santiago de Cuba es una de las instituciones culturales latinoamericanas más arraigadas y de hecho ya está por lle...
El Festival del Caribe de Santiago de Cuba es una de las instituciones culturales latinoamericanas más arraigadas y de hecho ya está por llevar a cabo su edición número 42. Y hay que reconocerlo, y me da muchísimo gusto decirlo, que justamente esta esta edición se va a llevar a cabo para celebrar justamente la celebración de muertos. Los festivales relacionados con las calaveras, con esta tradición que tenemos nosotros de burlarnos de la muerte o de celebrar la muerte.
Y tengo el gustazo de tener aquí en el estudio al maestro Orlando Vergés, que es justamente el director de la Casa del Caribe en Santiago de Cuba y es precisamente la que organiza este festival y que justo el día de hoy estamos grabando esto. El domingo estuvieron justamente convocando a los artistas Aguascalientes para que precisamente por ser Aguascalientes, uno de los espacios en donde más se celebra la muerte a que acudan a este gran evento.
Bueno, primero que nada mi estimado Orlando, bienvenido. Y pues bueno, a ver ¿de qué va. Por qué? Por qué resulta que ahora llama la atención justamente el tema de cómo México celebra la muerte y cómo es que lo quieren llevar justamente al Festival del Caribe, Santiago de Cuba. A ver, nosotros consideramos que es importante hacer notar que México tiene un papel importante de la cultura en la región, que tienen un peso cultural de dimensiones a veces insospechada para todo el Caribe, sobre todo para los mexicanos, que decirlo por parte de justamente como México, a partir de la densidad cultural que tiene la diversidad cultural con la que nace como región, incluso desde la colonia se mantiene atado esa fortaleza hace un poco contrapeso ante la globalización o fenómeno de la banalización que cada día inunda el panorama cultural a nivel mundial y especialmente en la región. Por experiencia, por la historia de nuestro acercamiento como Casa de Caribe a México, sabemos este valor de estos recursos que ofrece la cultura mexicana. Así de enfatizar de que ya en 1993, unos diez años después de haberse hecho actividad, se lo dedicamos a México, al pueblo de México, y aprovechamos la circunstancia para abordar en los aspectos.
En el programa teórico del Festival, en aquella ocasión, el tema de la muerte y convocamos al Primer Congreso Mundial sobre la muerte y a acercarnos a este tema de una manera multidisciplinaria desde la ciencia médica, la pintura, las artes plástica, la filosofía, la cosmogonía, o sea, todos los aspectos relacionados con la muerte. Pero después, en el 2008, también motivados por el peso cultural de México en el Caribe, se lo dedicamos al Caribe mexicano con mucho éxito los siete estados del Caribe mexicano, una participación también numerosa porque México del 93 venía marcando o viene marcando con la asistencia de la creación artística y académica.
Y ahora volvemos ahora a México de con un tema. No diría que un mayor peso dentro de la cultura mexicana, que son las celebraciones de la vida y la muerte, más conocido como el Día de Muertos. Nosotros vamos articulado a un sistema de relaciones en contacto con el mundo cultural mexicano y esta vez volvimos a venir sobre Aguascalientes. Aguascalientes, que ha tomado una relevancia cada vez mayor justamente en el tema de la celebración del Día de Muertos a partir del 93, 94 más o menos, que es cuando comenzó este asunto, ¿por qué llama particularmente la atención Aguascalientes? Bueno, el hecho de que uno de los principales íconos de esta festividad haya nacido en esta tierra, me refiero a la calavera ‘garbancera’, o sea, claro, en el pasado ya es motivo de sobra, porque yo recuerdo que en el 93, cuando abordamos el tema de la muerte, este grabado de Posada, apareció toda la papelería del evento, incluso ilustró la portada de la Revista del Caribe en el órgano Publicaciones Nuestra En la revista Antropología e Historia ilustró la portada de la revista del Caribe y también el interior.
Se llevaron mucho grabado Posada. Nos fuimos metiendo dentro con ayuda de la colaboración de muchos mexicanos, en especial en esta tierra de Fabián Muñoz, -conocido poeta y escritor- así ha trabajado con nosotros. Ya viene trabajando con nosotros hace un tiempo y Fabián nos ha ido orientando en el mundo cultural de Aguascalientes y nos ha abierto, digamos los trillos, los caminos para llegar a la esencia de esta celebración.
En esta parte de México. Yo creo que incluso aquí en Aguascalientes se está armando en estos momentos la delegación de México que va a tener mayor peso en relación al tratamiento de este tema. Temáticamente, lo que ya se ve en lo que arma el mundo cultural de Aguascalientes para el Festival de Caribe, trae una solidez, una brillantez y una profundidad que va a ayudar mucho a la presentación de este tema, no sólo para los santiagueros, sino también para toda Cuba y para los más de 30 países que lo visitan cada año.
El Festival del Caribe. -Y esto incluso me comentabas que esto podría dar pie a que hubiera un segundo congreso internacional- No, ya está, ya está, o sea, ya está convocado, ya está convocado el Segundo Congreso Mundial sobre la Muerte. Hay que tomar en cuenta ese segundo Congreso Mundial sobre la muerte, que no es poca cosa. El primero justamente fue en el 93.
Entonces este segundo, precisamente con el... bueno, no con el pretexto, sino también con la anuencia de los artistas aguascalentenses sería entonces ya la salida al segundo Congreso y qué abarcaría? Bueno, hay un grupo de temáticas importantes en este coloquio de espacio académico del festival, empezando por cómo han abordado el tema desde México, en especial en esta región de México.
Cómo vamos a abordado o enfocado el tema de la muerte desde el punto de vista de la filosofía, de la afectividad, de la idiosincrasia? Cómo se recoloca el tema de la muerte en las artes, por ejemplo, en el teatro, en la música, en las artes plásticas, en la narrativa, en la cuentería, que también va a ser abordado el tema desde el punto de vista de la ciencia médica.
Eso es importante hacer notar, porque incluso ya trasciende el tema cultural, ya estamos hablando ya de un tema de todas las disciplinas, de todas las formas de ver, atender y entender el fenómeno de la muerte. Es que tenemos la experiencia del 93. En apariencia se abordó la muerte desde la psiquiatría, desde la neurofisiología, desde la eutanasia, por ejemplo, o se vieron aspectos tan importantes como el arte funerario vinculado con la muerte?
Claro, es importante también incidir, destacar, insistir en que estas celebraciones tienen un componente festivo muy serio. Gran parte. La persona no asocia la festividad con lo serio, sin duda, y ya es un clásico acercamiento. Yo diría que las celebraciones mexicanas de la muerte son un clásico ejemplo de lo serio que resulta para nosotros los caribeños. La festividad, para nosotros, para todo el Caribe y en especial para el pueblo de México, está celebrando la vida como una manera.
Sabemos que por la muerte desde adentro del ciclo vital, también la muerte no es más que la terminación de un límite o llegar a un límite donde comienza otro proceso, donde incluso la muerte cobra dimensiones, espiritual, trascendente. La muerte pasa a ser el recurso de la memoria colectiva importantísimo, y eso tiene un valor extraordinario para la continuidad en términos de la cultura.
Antropológicamente hablando, -celebrar la muerte es justamente celebrar con mayor vigencia la vida-. Vida. Exactamente. De eso se trata el festival, que tiene un componente académico o tendrá un componente académico. Como ya bien hemos apuntado en el Congreso Mundial de la Muerte, tiene también un programa típico que tiene lugar cerca de 40 escenarios en toda la ciudad de Santiago de Cuba, 46 personas, la mayor parte de ellos escenarios abiertos y naturales de la ciudad, donde a veces es necesario incluso al uso de tecnología, porque es una programación viva interactuando, que crea muchos vasos comunicantes para que la gente se vincule con el hecho artístico.
De hecho, el diseño del festival está enfocado como para que lo que ocurre en los espacios convencionales académicos, esos diálogos que se producen entre lo académico, tengan lugar también en los escenarios donde está la gente, donde está la gente él, el especialista o el científico buscando respuesta a lo que discutió en la mañana o evento teórico o la persona o los portadores de cultura que son el centro del Festival del Caribe, preguntándole a los científicos porque son ellos, así sea portador, porque son de esa manera y no de otra.
Y la gente en sí mismo se reconocen, se ven, se ven en otras personas. He tenido la experiencia de ver presentaciones de música, por ejemplo, algunas con un alto poder de convocatoria como para que la gente pase al divertimento. Sin embargo, la gente se queda como expectante y disfrutan de un espectáculo musical alegre, como si estuvieran viendo una obra de teatro en un diálogo sorprendente.
Y eso es importante porque se trata de una especie de feria cultural donde te puede ver como si viera a través de un caleidoscopio la profundidad de la cultura caribeña, su extensión, su dimensión, su alcance como hecho de la humanidad, sus aporte a la cultura de la humanidad. Uno de los valores que tiene el Festival de Caribe lo creo que lo más significativo en término cultural, hablando, es el hecho de que por única vez en un mismo espacio, se puede ver la mayor cantidad de expresiones de la cultura popular y de la tradición de Cuba.
Eso no ocurre en ningún otro momento del año en Cuba, nada más que del Festival y por la atención también para todo el Caribe, porque no existe otro evento como el Festival del Caribe en el área hasta donde nosotros alcanzamos a nosotros hablando de los carnavales de uno u otro territorio, ni de la fiesta de muertos. Estoy hablando con algún otro evento en el Caribe alterno a lo que habitualmente hacen los pueblos en términos de que sirva de vitrina, de bailes, de exposición de los valores de la cultura caribeña.
Sí, porque de hecho, ni ni siquiera, por ejemplo, el Festival de Sao Paulo, que solamente se lleva a cabo en una sola calle. Pero. Pero más que la dimensión, el tamaño y el tener 40 escenarios de manera simultánea, habla de una inmensa riqueza de la cultura del Caribe que va a estar disponible para todos nosotros. Ojo al parche con las fechas del 3 al 9 de julio del 2023 en Santiago de Cuba, si querían un buen pretexto para ir a Cuba, pues este es el mejor pretexto que ustedes se van a poder encontrar para preparar maletas y lanzarse.
Porque pensar no solamente en un escenario multicultural caribeño tan enorme, sino que además que está dedicado específicamente a las celebraciones mexicanas de la vida y la muerte, nos hacen ver la posibilidad de vernos a nosotros mismos desde el punto de vista caribeño y eso es algo valiosísimo mi estimado Orlando. Eso lo hemos conversado con especialistas mexicanos, con autoridades política mexicana, lo han encontrado muy bien... -sí, está excelente-.
O sea, poner en la punta de la lanza la caribeñidad de México tiene un valor extraordinario, no solo para México, no sólo para los mexicanos, sino también para el resto del Caribe. Imagínese tal que todo el Caribe que ese grupo de islas o de espacio próximo geográficamente del Caribe, puedan contar con la fortaleza cultural de México, con esa diversidad, con esa profundidad, con esa asombrosa diría yo, recurrente, profunda y muy bien definida de identidad mexicana, salida de una diversidad tremenda.
Eso tiene un valor en sí mismo, pero cada honor, como pocos pueblos en el área, México ha recibido esa fortaleza de la identidad nacional desde la propia conquista y colonización. -La colonia, sobre todo- cuando los colonizadores llegan a México, encuentran un pueblo diverso y al mismo tiempo estructurado, estructurado, fuerte, tanto que bueno, te puedo distinguir un mexicano que está en Groenlandia.
Es sin duda alguna, si hay algo que precisamente caracteriza mexicano es precisamente ser relevante e interesante en cualquier parte. Diría que eso ya es orgullo por la cultura. Es una cosa que un valor extraordinario en estos momentos donde la cultura de los pueblos se están devaluando por o por circunstancias diversas, pero exhibir ese orgullo ante el mundo que te vamos a dar y eso lo vamos a ver en el quadragésimo segundo Festival del Caribe de Santiago de Cuba, justamente, y el maestro Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe en Santiago de Cuba, el principal organizador de todo esto estará justamente para poder atenderlo.
De hecho, si ya se dieron cuenta aquí, justamente abajo están los métodos de contacto para que ustedes pueden ampliar este, este alcance. Y sobre todo la comunidad artística todavía tiene una enorme cabida, no solamente la de Aguascalientes, sino la de todo México. Entonces, si ustedes están interesados justamente en alcanzar esta parte, entonces están los contactos tanto del maestro Orlando como también los de Fabián Muñoz, que también es la representación aquí en México.
Pues para que puedan entonces ahora sí participar de manera activa en este Festival del Caribe de Santiago de Cuba. Mi querido Orlando, muchas gracias. Contrario al canal a ti en particular y si aprovechar las circunstancias convocar nuevamente a los mexicanos. Reiterar que el Festival del Caribe, que aunque tiene como punto focal el tema de la cultura populares y la tradición, es un evento abierto, probadamente democrático, que con el paso del tiempo estas 42 sesiones ininterrumpida ha abierto espacio a otras expresiones de la cultura de mayor elaboración, digámoslo así.
Pero todas, siempre girando en torno a la representación y al respeto y a la consideración de las expresiones más auténticas y autóctonas de los pueblos del Caribe. Y eso es lo que vamos a ver en este quadragésimo segundo Festival del Caribe. Mi querido Orlando, muchísimas gracias, gracias, gracias a ustedes.
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