Desde entonces encadena dos derrotas y un empate, encajando un total de nueve tantos.
(EFE).- El empate ante el Brujas en el regreso de la Liga de Campeones al estadio Santiago Bernabéu (2-2), extiende la fragilidad defensiva de un equipo que ha encajado hasta nueve goles en sus tres últimos partidos de local en competición europea y que cumplirá un año sin ganar en su estadio.
Será el 23 de octubre cuando se cumplirá un año desde que el Real Madrid ganó su último partido de Liga de Campeones en el Santiago Bernabéu. Con sufrimiento, ante el Viktoria Plzen (2-1). Desde entonces encadena dos derrotas y un empate, encajando un total de nueve tantos.
El 0-3 del CSKA con el que cerró la pasada fase de grupos encadenó con la goleada del Ajax, 1-4, que provocó la eliminación en los octavos de final. El regreso de la Liga de Campeones al Bernabéu no mejoró el panorama y el Real Madrid regresó a las andadas, cediendo dos tantos en la primera mitad al Brujas que logró empatar con una reacción de casta en el segundo acto (2-2).
Sumada a la goleada encajada en París ante el PSG, el equipo madridista ha encajado trece goles en sus cinco últimos partidos en la Liga de Campeones, con una media de 2,6 tantos por encuentro. Está obligado a mejorar sus prestaciones como local en la presente fase de grupos si quiere acceder a octavos de final. El 6 de noviembre podrá romper su mala racha ante el Galatasaray en la jornada 4, después de visitar el 'infierno turco' y el 26 de noviembre recibirá al PSG en la quinta jornada antes de acabar visitando al Brujas.