Bogotá, 10 oct (Prensa Latina) El hecho de que el 34 por ciento de los alimentos producidos en Latinoamérica y el Caribe se pierde y desperd...
Bogotá, 10 oct (Prensa Latina) El hecho de que el 34 por ciento de los alimentos producidos en Latinoamérica y el Caribe se pierde y desperdicia, marca la primera cumbre regional sobre el tema que sesiona desde hoy en Colombia.
El evento, que mañana cerrará sus puertas, busca ser un espacio de diálogo e intercambio de experiencias que permita acelerar una agenda de reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos en la zona, detalla el Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Se estima que más de un tercio de los alimentos que se producen para consumo humano se pierden o desperdician en algún momento de la cadena de producción y distribución, apunta.
En Colombia, según datos publicados por el Departamento, se desperdician anualmente 9,76 toneladas de alimentos, cifra que equivale al 34 por ciento de la producción total y con la cual podrían alimentarse a ocho millones de personas.
La cumbre es promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Departamento Nacional de Planeación de Colombia y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Este evento busca dar seguimiento a los compromisos fijados por gobiernos y sector privado en diversas resoluciones nacionales y globales y ser un espacio de diálogo en donde se intercambien experiencias exitosas con el fin de incentivar su implementación en otras realidades, precisa la FAO.
También tienen en la mira dar seguimiento al llamado de acción a la tolerancia cero a la pérdidas y desperdicios de alimentos lanzada en el año 2018, profundizar en las causas e impactos de dicho problema en la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, e identificar y generar un espacio de intercambio de las soluciones en marcha para su prevención.
En tal sentido, la FAO se refiere al objetivo de Desarrollo Sostenible de Producción y Consumo responsables.
El mismo cuenta con una meta que indica 'para 2030, reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y distribución, incluidas las pérdidas posteriores a las cosechas'.