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(Reuters) - Indonesia ha decidido que no necesita cerrar la isla de Komodo el próximo año como tenía previsto, ya que la población de sus dragones es relativamente estable y no se encuentra amenazada, dijo el lunes la ministra de Medio Ambiente.
El gobernador de Nusa Tenggara Oriental, Viktor B. Laiskodat, afirmó en julio que la isla debía ser cerrada al público para impedir que el turismo interfiera en el apareamiento de los dragones y en la eclosión de sus huevos, además de disminuir el riesgo de la caza furtiva de las presas de los reptiles, como los ciervos, los búfalos y los jabalíes.
Según el plan, la isla sería reabierta tras cerca de un año como un destino turístico "premium". No obstante, la ministra de Medio Ambiente y Bosques, Siti Nurbaya Bakar, afirmó que los datos indican que la población de dragones lleva estable más de una década.
"(El número de) dragones en la isla de Komodo durante las observaciones entre 2002 y 2019 ha sido relativamente estable. No hay amenaza de un declive", dijo Bakar en un mensaje de texto.
El ministerio señaló también que el gobierno provincial y el central trabajarán juntos para reformar los puntos turísticos, mejorar la formación de los patrulleros y entregarles mejores equipos, además de establecer un centro de investigación para los dragones de Komodo.
El plan anunciado en julio fue controvertido tanto entre los ambientalistas como para la industria del turismo, así como los residentes que dependen de los visitantes para su subsistencia.
Más de 176.000 turistas visitaron el Parque Nacional de Komodo en 2018. Muchos llegaron solo para ver a los dragones, que solo pueden ser hallados libres en el este de Indonesia.
De acuerdo a datos gubernamentales, en la isla viven en la actualidad 1.727 dragones de Komodo. Rinca, otra isla del parque nacional, alberga a otros 1.049 dragones.