(Crédito: Cuartoscuro) La seguridad de un presidente es un asunto de Estado, pero el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador tiene o...
(Crédito: Cuartoscuro)
La seguridad de un presidente es un asunto de Estado, pero el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador tiene otra visión: desde su campaña presidencial aseguró que desaparecería al Estado Mayor Presidencial (cuerpo de élite que se dedicaba a la protección del presidente) porque a él lo cuida el pueblo, "el que nada debe, nada teme", ha insistido.
Al asumir su mandato cumplió su promesa: desintegró al Estado Mayor Presidencial argumentando que contaba con 8 mil elementos (quienes tenían mayores prestaciones y salarios a los de marinos y soldados) por lo que ya forman parte del Ejército.
Ahora, la seguridad del presidente mexicano está a cargo de un grupo denominado "Ayudantía" el cual está conformado por 10 hombres y 10 mujeres, quienes no tienen una formación profesional en seguridad. El "responsable" de este cuerpo es Daniel Asaf Manjarrez, empresario de origen libanés que buscó ser diputado Constituyente de Morena en la Ciudad de México.
Aunque López Obrador sigue manteniendo altos niveles de popularidad (entre un 60 y 70%, dependiendo la casa encuestadora) en los últimos meses se han presentado algunas situaciones que prendieron los focos rojos en torno a la seguridad del mandatario mexicano, debido a que hay un alto riesgo de que grupos de intereses creados aprovechen la situación para causar inestabilidad
A finales del mes de mayo, un grupo de pobladores de Salina Cruz, en el estado de Oaxaca, interceptó la camioneta en la que viajaba el presidente junto con el gobernador del estado, Alejandro Murat.
Algunos de ellos, le reclamaron haber perdido sus trabajos "Confiamos en usted y así nos paga", "tres años para que llegara usted y me corren de mi trabajo". El mandatario detuvo el avance del vehículo y bajó la ventanilla para hablar con los ciudadanos, a quienes les dijo que "se iba a resolver".
Dos meses después, durante una gira en Ciudad Valles, en el estado de San Luis Potosí, un grupo de manifestantes (que se ostentó como trabajadores municipales) confrontó al mandatario exigiendo soluciones inmediatas a problemas locales, por lo que le impidieron el paso al hotel donde se hospedaba.
La situación desató el enojo de López Obrador, quien rodeado por los manifestantes, les reclamó y les dijo que no caería en provocaciones ya que "él no merecía ese trato" , por lo que les pidió irse del lugar. Al día siguiente, el presidente reiteró que se trató de un grupo de "provocadores", sin embargo, insistió que no usaría dinero del erario para pagar a guardaespaldas.
A mediados de agosto, al realizar una nueva gira de trabajo en Oaxaca, una vez más, el mandatario tuvo que hacer frente a los reclamos ciudadanos. Pobladores de San Pedro y San Pablo Ayutla, bloquearon por algunos minutos el paso de la caravana en la que viajaba el mandatario, junto con el gobernador oaxaqueño, Alejandro Murat.
Exigieron la solución a un problema de agua potable, la cual se disputan con otro pueblo, por lo que pedían la intervención directa de la secretaria de gobernación Olga Sánchez Cordero. El mandatario dijo que el gobernador atendería la situación.
Las imágenes demuestran que el presidente estuvo expuesto a un riesgo innecesario y con él, la propia institución presidencial.
Durante su campaña, López Obrador prometió poner a la venta el avión presidencial, por lo que para llegar a sus giras en el interior del país, utilizaría vuelos comerciales. Y justo así es como el mandatario se traslada.
El presidente de México viaja en clase turista, se fotografía con todo el mundo, deja que lo besen y abracen, mientras que sólo cinco personas desarmadas lo cuidan.
Algunas azafatas de los vuelos en los que se ha trasladado el mandatario, aseguran que es "una pesadilla" ir en el mismo vuelo que el presidente ya que los pasajeros no acatan las medidas de seguridad.
En junio de este año, la Presidencia de la República informó haber gastado 281,566 pesos entre diciembre de 2018 y marzo de 2019, en vuelos y viáticos del mandatario. De este monto, 212,902 pesos corresponden a los traslados y 68,664 al hospedaje.
El pasado 3 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador reveló que era espiado mediante una cámara oculta instalada en uno de los salones de Palacio Nacional, justo en donde se ha reunido con gobernadores y empresarios.
Al mostrar la cámara espía, precisó que fue encontrada en lo que era el comedor y que ahora se ha convertido en salón de reuniones. Aseguró que en las reuniones no se tocan temas secretos por lo que no dio mayor importancia al asunto.
Dijo que "las oficinas no se revisaron bien" por lo que aseguró "no hay paranoia".
(Foto: Cortesía Presidencia)
"Queremos hacer la vida pública cada vez más pública. Aquí hablamos sin censura. Y así son nuestras reuniones y los actos en el gobierno. Tenemos la reunión diaria de seguridad, hablamos sobre todos los temas pero no hay nada secreto, no se esconde nada, por eso no le damos mucha importancia a estas acciones.
Añadió que no sabía desde cuándo estaba funcionando el aparato, pero que de acuerdo con la información que le dieron técnicos, tenía que descargar su contenido cada cierto tiempo.
López Obrador que "se quedaron algunos con las malas mañanas, malas prácticas de estar espiando. Nosotros hicimos el compromiso de que el gobierno no intervenga teléfonos, que ya no haya lo que nosotros padecimos en la oposición: espionaje. Ni para periodistas, ni para opositores" y aclaró que no se presentará una denuncia.
El hallazgo alertó, una vez más, sobre la situación de la seguridad e integridad del presidente y con ello, de la seguridad nacional.
La seguridad de un presidente es un asunto de Estado, pero el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador tiene otra visión: desde su campaña presidencial aseguró que desaparecería al Estado Mayor Presidencial (cuerpo de élite que se dedicaba a la protección del presidente) porque a él lo cuida el pueblo, "el que nada debe, nada teme", ha insistido.
Al asumir su mandato cumplió su promesa: desintegró al Estado Mayor Presidencial argumentando que contaba con 8 mil elementos (quienes tenían mayores prestaciones y salarios a los de marinos y soldados) por lo que ya forman parte del Ejército.
Ahora, la seguridad del presidente mexicano está a cargo de un grupo denominado "Ayudantía" el cual está conformado por 10 hombres y 10 mujeres, quienes no tienen una formación profesional en seguridad. El "responsable" de este cuerpo es Daniel Asaf Manjarrez, empresario de origen libanés que buscó ser diputado Constituyente de Morena en la Ciudad de México.
Aunque López Obrador sigue manteniendo altos niveles de popularidad (entre un 60 y 70%, dependiendo la casa encuestadora) en los últimos meses se han presentado algunas situaciones que prendieron los focos rojos en torno a la seguridad del mandatario mexicano, debido a que hay un alto riesgo de que grupos de intereses creados aprovechen la situación para causar inestabilidad
Las protestas sociales
Crédito: Patricia JuárezA finales del mes de mayo, un grupo de pobladores de Salina Cruz, en el estado de Oaxaca, interceptó la camioneta en la que viajaba el presidente junto con el gobernador del estado, Alejandro Murat.
Algunos de ellos, le reclamaron haber perdido sus trabajos "Confiamos en usted y así nos paga", "tres años para que llegara usted y me corren de mi trabajo". El mandatario detuvo el avance del vehículo y bajó la ventanilla para hablar con los ciudadanos, a quienes les dijo que "se iba a resolver".
Dos meses después, durante una gira en Ciudad Valles, en el estado de San Luis Potosí, un grupo de manifestantes (que se ostentó como trabajadores municipales) confrontó al mandatario exigiendo soluciones inmediatas a problemas locales, por lo que le impidieron el paso al hotel donde se hospedaba.
La situación desató el enojo de López Obrador, quien rodeado por los manifestantes, les reclamó y les dijo que no caería en provocaciones ya que "él no merecía ese trato" , por lo que les pidió irse del lugar. Al día siguiente, el presidente reiteró que se trató de un grupo de "provocadores", sin embargo, insistió que no usaría dinero del erario para pagar a guardaespaldas.
A mediados de agosto, al realizar una nueva gira de trabajo en Oaxaca, una vez más, el mandatario tuvo que hacer frente a los reclamos ciudadanos. Pobladores de San Pedro y San Pablo Ayutla, bloquearon por algunos minutos el paso de la caravana en la que viajaba el mandatario, junto con el gobernador oaxaqueño, Alejandro Murat.
Exigieron la solución a un problema de agua potable, la cual se disputan con otro pueblo, por lo que pedían la intervención directa de la secretaria de gobernación Olga Sánchez Cordero. El mandatario dijo que el gobernador atendería la situación.
Las imágenes demuestran que el presidente estuvo expuesto a un riesgo innecesario y con él, la propia institución presidencial.
Los viajes en aviones comerciales
Las azafatas deben controlar al público en los vuelos con AMLO. (Foto: Cuartoscuro)Durante su campaña, López Obrador prometió poner a la venta el avión presidencial, por lo que para llegar a sus giras en el interior del país, utilizaría vuelos comerciales. Y justo así es como el mandatario se traslada.
El presidente de México viaja en clase turista, se fotografía con todo el mundo, deja que lo besen y abracen, mientras que sólo cinco personas desarmadas lo cuidan.
Algunas azafatas de los vuelos en los que se ha trasladado el mandatario, aseguran que es "una pesadilla" ir en el mismo vuelo que el presidente ya que los pasajeros no acatan las medidas de seguridad.
En junio de este año, la Presidencia de la República informó haber gastado 281,566 pesos entre diciembre de 2018 y marzo de 2019, en vuelos y viáticos del mandatario. De este monto, 212,902 pesos corresponden a los traslados y 68,664 al hospedaje.
La cámara espía en Palacio Nacional
(Foto: Cortesía Presidencia)El pasado 3 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador reveló que era espiado mediante una cámara oculta instalada en uno de los salones de Palacio Nacional, justo en donde se ha reunido con gobernadores y empresarios.
Al mostrar la cámara espía, precisó que fue encontrada en lo que era el comedor y que ahora se ha convertido en salón de reuniones. Aseguró que en las reuniones no se tocan temas secretos por lo que no dio mayor importancia al asunto.
Dijo que "las oficinas no se revisaron bien" por lo que aseguró "no hay paranoia".
(Foto: Cortesía Presidencia)
"Queremos hacer la vida pública cada vez más pública. Aquí hablamos sin censura. Y así son nuestras reuniones y los actos en el gobierno. Tenemos la reunión diaria de seguridad, hablamos sobre todos los temas pero no hay nada secreto, no se esconde nada, por eso no le damos mucha importancia a estas acciones.
Añadió que no sabía desde cuándo estaba funcionando el aparato, pero que de acuerdo con la información que le dieron técnicos, tenía que descargar su contenido cada cierto tiempo.
López Obrador que "se quedaron algunos con las malas mañanas, malas prácticas de estar espiando. Nosotros hicimos el compromiso de que el gobierno no intervenga teléfonos, que ya no haya lo que nosotros padecimos en la oposición: espionaje. Ni para periodistas, ni para opositores" y aclaró que no se presentará una denuncia.
El hallazgo alertó, una vez más, sobre la situación de la seguridad e integridad del presidente y con ello, de la seguridad nacional.