La última vez que la selección ibérica se hizo al título fue hace 13 años, en 2006.
La última vez que la selección ibérica se hizo al título fue hace 13 años, en 2006.
Ricky Rubio anotó 20 puntos, Sergio Llull saltó de la banca para aportar 15 más, Marc Gasol dijo presente con 14, y Rudy Fernández consiguió un doble-doble con 11 puntos y 10 rebotes. Los hermanos Hernangómez, a su vez, sumaron 22 puntos al marcador.
"España jugó mejor que nosotros. Su plan y ejecución fueron perfectos. Tienen grandes jugadores con más experiencia. Fueron realmente mejores que nosotros esta noche. No estábamos cansados, queríamos ganar, nos sentimos realmente bien antes del partido, pero así es el baloncesto, si juegas mejor que el otro equipo, ganas, y España fue el mejor equipo hoy", dijo el entrenador de Argentina, Sergio Hernández.
Por su parte, el técnico de los españoles, el italiano Sergio Scariolo, dijo: "Argentina merecía todo nuestro respeto. Son rivales aguerridos. Siento una gran alegría, y me siento orgulloso de lo que hicieron estos muchachos. No éramos los más altos ni los más talentosos, y ni siquiera estábamos entre los favoritos cuando comenzó el torneo, pero trabajamos duro. Ellos no perdieron la fe en sí mismos y el baloncesto los recompensó".
Gabriel Deck contribuyó con 24 puntos a Argentina, seguido por los 17 de Nicolas Laprovittola. Facundo Campazzo se anotó 11, y Luis Scola 8.
España abrió el juego con una ventaja de 11-2 antes de que Argentina se acercara al empate con 11 puntos seguidos. Luego, en el segundo cuarto, España anotó 17 veces consecutivas por una sola de los argentinos, poniendo el marcador 31-14 gracias a una efectiva marca sobre Scola, quien no consiguió marcar.
Los nuevos campeones abrieron el tercer cuarto con una racha de 12-2 poniendo las cosas 55-33 antes de que Argentina recortara la ventaja a 55-39 de la mano de Campazzo y Deck.
Ya en el cuarto decisivo, un impecable juego defensivo permitió a España repeler el contraataque argentino y mantener la ventaja hasta que el pitazo final le otorgó su segundo Mundial.