(Prensa Latina) La peste porcina africana (PPA) alcanza hoy a las 63 provincias y grandes ciudades de Vietnam y en el intento por detenerla ...
(Prensa Latina) La peste porcina africana (PPA) alcanza hoy a las 63 provincias y grandes ciudades de Vietnam y en el intento por detenerla fueron sacrificados más de cinco millones de cerdos, alrededor del 15 por ciento del rebaño nacional.
El virus se propagó rápidamente a través de diversas vías y ha sido muy difícil evitarlo debido al alto número de pequeños centros de cría y de venta de carne existentes en el país, explicó Pham Van Dong, jefe del Departamento de Sanidad Animal del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Hasta ahora, la única medida exitosa es garantizar la seguridad biológica en la cría, lamentó Dong al reunirse con expertos del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, uno de los países que ayuda a enfrentar la epidemia.
El primer foco de la enfermedad en Vietnam se detectó en febrero en la norteña provincia de Hung Yen, fronteriza con China. Aunque desde el inicio se adoptaron medidas preventivas para evitar que se diseminara, la situación desembocó en la actual.
Una de las razones fue que, en los dispersos criaderos privados, los agricultores intentaron tratar a los animales infectados con métodos de dudosa o nula utilidad, y cuando fracasaban, lanzaban los cadáveres a ríos, canales o basureros sin dar cuenta de los hechos a las autoridades.
La PPA alcanza a unos 60 países de tres continentes, lo que supone un alto riesgo para más de las tres cuartas partes de la población porcina del planeta.
El sudeste asiático es una de las regiones en peor situación, pues de 10 países, cinco están en la fatal lista: Vietnam, Cambodia, Laos, Myanmar y Filipinas, que se sumó hace unos días.
En Asia, las demás víctimas de la pandemia son China y sus territorios de Hong Kong y Taiwán, Mongolia y las dos Corea. Japón reportó que está tomando medidas de urgencia para evitar el contagio.
Conocido desde hace casi un siglo, el virus que provoca la PPA es un patógeno altamente contagioso y puede alcanzar un nivel de mortalidad del 100 por ciento entre los animales infectados. No se le conocen cura ni vacuna efectiva.
Aunque la enfermedad no se transmite a los seres humanos, las consecuencias económicas y para el medio ambiente pueden ser muy graves.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, desde 2017 unos 25 países han reportado casos de la temida peste.
El virus se propagó rápidamente a través de diversas vías y ha sido muy difícil evitarlo debido al alto número de pequeños centros de cría y de venta de carne existentes en el país, explicó Pham Van Dong, jefe del Departamento de Sanidad Animal del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Hasta ahora, la única medida exitosa es garantizar la seguridad biológica en la cría, lamentó Dong al reunirse con expertos del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, uno de los países que ayuda a enfrentar la epidemia.
El primer foco de la enfermedad en Vietnam se detectó en febrero en la norteña provincia de Hung Yen, fronteriza con China. Aunque desde el inicio se adoptaron medidas preventivas para evitar que se diseminara, la situación desembocó en la actual.
Una de las razones fue que, en los dispersos criaderos privados, los agricultores intentaron tratar a los animales infectados con métodos de dudosa o nula utilidad, y cuando fracasaban, lanzaban los cadáveres a ríos, canales o basureros sin dar cuenta de los hechos a las autoridades.
La PPA alcanza a unos 60 países de tres continentes, lo que supone un alto riesgo para más de las tres cuartas partes de la población porcina del planeta.
El sudeste asiático es una de las regiones en peor situación, pues de 10 países, cinco están en la fatal lista: Vietnam, Cambodia, Laos, Myanmar y Filipinas, que se sumó hace unos días.
En Asia, las demás víctimas de la pandemia son China y sus territorios de Hong Kong y Taiwán, Mongolia y las dos Corea. Japón reportó que está tomando medidas de urgencia para evitar el contagio.
Conocido desde hace casi un siglo, el virus que provoca la PPA es un patógeno altamente contagioso y puede alcanzar un nivel de mortalidad del 100 por ciento entre los animales infectados. No se le conocen cura ni vacuna efectiva.
Aunque la enfermedad no se transmite a los seres humanos, las consecuencias económicas y para el medio ambiente pueden ser muy graves.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, desde 2017 unos 25 países han reportado casos de la temida peste.