(EFE).- La Fiscalía del Condado de Los Ángeles, en California (EE.UU.), pidió este miércoles ante la corte la pena de muerte para la madre d...
(EFE).- La Fiscalía del Condado de Los Ángeles, en California (EE.UU.), pidió este miércoles ante la corte la pena de muerte para la madre del menor Anthony Avalos y para el novio de la mujer, ambos acusados por la muerte del niño de 10 años, según informó la institución en un comunicado.
Heather Barrón, de 29 años, y su compañero Kareem Leiva, de 33, fueron acusados en octubre de 2018 por un Gran Jurado de tortura y asesinato por la muerte del menor latino, y además responsabilizó a la pareja de abusos de otro niño denominado Rafael y de una niña nombrada como Destiny.
Ávalos fue encontrado inconsciente en el apartamento de la pareja ubicado en Lancaster, al noroeste de Los Ángeles, el 20 de junio de 2018 y falleció en el hospital a la mañana siguiente.
Barrón había llamado al número 911 del servicio emergencias para reportar que el menor había sufrido una caída, pero las autoridades decidieron investigar tras encontrar algunas señales de posible abuso en el niño.
La investigación determinó que el niño sufrió al menos cinco días seguidos de torturas y abusos antes de morir.
Según los documentos presentados ante la corte, Anthony fue golpeado contra el suelo de la vivienda y azotado con un cable y una correa, se le prohibió usar el baño durante largos periodos y se le colocó salsa picante en la boca, entre otras torturas.
El 1 de agosto, la familia del menor, incluido su padre, que vivía en México cuando murió Anthony, anunció una demanda legal contra el Departamento de Servicios Infantiles y de Familia (DCFS) de Los Ángeles que busca una compensación de 50 millones de dólares por su muerte.
Entre los argumentos presentados por el abogado de la familia, se alega que de DCFS recibió 88 quejas y 15 denuncias de abuso infantil y realizó 18 visitas y sin embargo no retiró al niño de la custodia de la madre.
La demanda alude a otros dos casos, uno de ellos en Palmdale, ciudad vecina de Lancaster, donde en mayo de 2013 murió en forma similar Gabriel Fernández, de 8 años. Su madre, Pearl Sinthia Fernández, fue condenada a cadena perpetua por la muerte del niño y el novio de la progenitora, Isauro Aguirre, a pena muerte por el asesinato del niño.
La muerte de otro menor de 4 años de edad también en Palmdale, Noah Cuatro, bajo posibles circunstancias de abuso por parte de sus padres está siendo investigada por las autoridades.