(Prensa Latina) El creciente poder de los monopolios en el sector sanitario estadounidense contribuye a altos precios, mala calidad y falt...
(Prensa Latina) El creciente poder de los monopolios en el sector sanitario estadounidense contribuye a altos precios, mala calidad y falta de acceso a la atención médica para millones de personas, señaló hoy la organización Open Markets Institute.
Esa institución independiente, que se dedica a combinar la investigación y el periodismo para exponer los peligros de la monopolización, recopiló datos que ilustran la concentración en una amplia gama de mercados relacionados con la atención de salud, desde la producción de jeringuillas hasta los centros de diálisis.
De acuerdo con el portal digital Axios, el primer medio en tener acceso a la información de Open Markets, los sistemas hospitalarios continúan fusionándose entre sí y engullen las prácticas de los médicos, lo que les permite cobrar más por la atención que brindan.
Al mismo tiempo, las aseguradoras y los gerentes de beneficios farmacéuticos también se están uniendo, 'y ahora están en camino de generar más ingresos que las mayores potencias de la industria tecnológica'.
En el caso de los centros de diálisis, los cuales reciben ingresos por 24 mil 400 millones de dólares, dos compañías (Fresenius y DaVita) controlan el 92 por ciento del mercado; mientras que tres firmas (Walgreens, CVS y Rite Aid), comprenden el 67 por ciento de las farmacias, que tienen ingresos de 270 mil millones de dólares.
Tal tendencia hacia la concentración se extiende a lo largo del sistema, incluso en sectores con los que la mayoría de los pacientes nunca interactúan directamente, como los proveedores de los hospitales.
Por ejemplo, una única empresa, Becton, Dickinson and Company, controla el 64 por ciento de la fabricación de jeringuillas y agujas de inyección; en tanto solo tres firmas dominan el 84 por ciento del mercado de soluciones intravenosas; y dos acumulan el 83 por ciento de la producción de ambulancias.
Axios señaló que Estados Unidos gasta más que cualquier otro país industrializado en atención médica, en gran parte porque los precios en esta nación son más altos.
'Los monopolios que apoyan esos precios altos podrían socavar los sueños tanto liberales como conservadores de un sistema más eficiente', alertó el portal de noticias.
A su vez, Open Markets subrayó que los monopolios a menudo se presentan como campeones de la elección del consumidor.
'Pero si bien puede parecer que hay un sinfín de marcas para elegir, tanto en línea como en las estanterías, la mayoría son propiedad de algunas grandes empresas matrices, y la variedad de etiquetas es una mera fachada que crea la ilusión de opciones abundantes', sostuvo la organización.
Añadió que los estadounidenses utilizaron políticas antimonopolio durante gran parte del siglo XX para preservar la competencia, pero un cambio en la ideología a fines de la década de 1970 permitió un aumento de la monopolización en toda la economía.
Esa institución independiente, que se dedica a combinar la investigación y el periodismo para exponer los peligros de la monopolización, recopiló datos que ilustran la concentración en una amplia gama de mercados relacionados con la atención de salud, desde la producción de jeringuillas hasta los centros de diálisis.
De acuerdo con el portal digital Axios, el primer medio en tener acceso a la información de Open Markets, los sistemas hospitalarios continúan fusionándose entre sí y engullen las prácticas de los médicos, lo que les permite cobrar más por la atención que brindan.
Al mismo tiempo, las aseguradoras y los gerentes de beneficios farmacéuticos también se están uniendo, 'y ahora están en camino de generar más ingresos que las mayores potencias de la industria tecnológica'.
En el caso de los centros de diálisis, los cuales reciben ingresos por 24 mil 400 millones de dólares, dos compañías (Fresenius y DaVita) controlan el 92 por ciento del mercado; mientras que tres firmas (Walgreens, CVS y Rite Aid), comprenden el 67 por ciento de las farmacias, que tienen ingresos de 270 mil millones de dólares.
Tal tendencia hacia la concentración se extiende a lo largo del sistema, incluso en sectores con los que la mayoría de los pacientes nunca interactúan directamente, como los proveedores de los hospitales.
Por ejemplo, una única empresa, Becton, Dickinson and Company, controla el 64 por ciento de la fabricación de jeringuillas y agujas de inyección; en tanto solo tres firmas dominan el 84 por ciento del mercado de soluciones intravenosas; y dos acumulan el 83 por ciento de la producción de ambulancias.
Axios señaló que Estados Unidos gasta más que cualquier otro país industrializado en atención médica, en gran parte porque los precios en esta nación son más altos.
'Los monopolios que apoyan esos precios altos podrían socavar los sueños tanto liberales como conservadores de un sistema más eficiente', alertó el portal de noticias.
A su vez, Open Markets subrayó que los monopolios a menudo se presentan como campeones de la elección del consumidor.
'Pero si bien puede parecer que hay un sinfín de marcas para elegir, tanto en línea como en las estanterías, la mayoría son propiedad de algunas grandes empresas matrices, y la variedad de etiquetas es una mera fachada que crea la ilusión de opciones abundantes', sostuvo la organización.
Añadió que los estadounidenses utilizaron políticas antimonopolio durante gran parte del siglo XX para preservar la competencia, pero un cambio en la ideología a fines de la década de 1970 permitió un aumento de la monopolización en toda la economía.