En extensión y población, Brasil es de largo el mayor país de Latinoamérica. Sin embargo, sus habitantes son los que menos se identifican ...
En extensión y población, Brasil es de largo el mayor país de Latinoamérica. Sin embargo, sus habitantes son los que menos se identifican como latinoamericanos en la región, según el estudio "Las Américas y el mundo, opinión pública y política exterior".
Los resultados de la investigación, adelantados a Efe, reflejan que solo el 4,2 % de los brasileños se definen como latinoamericanos.
El muestreo preguntó a principios de 2019 a 1.849 brasileños cuál era la identidad con la que se sentían más afín.
De ellos, el 80,6 % escogió la de brasileño; el 11,4 %, "ciudadano del mundo" y sólo un 4,2 % se definió como latinoamericanos, de acuerdo a los datos ofrecidos por el profesor de la Universidad de Sao Paulo, Feliciano de Sá Guimaraes.
Estas cifras contrastan con las del resto de países analizados (Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú), donde el porcentaje de personas que se identificaron como latinoamericanos fue desde el 38 % (Chile) hasta el 59 % (Colombia) en la última edición (2015), cuando el resultado de Brasil también fue del 4 %.
Aunque los nuevos datos del resto de países aún no han sido extraídos, otro investigador del estudio, el profesor de la Universidad ABC de Sao Paulo Ivan Filipe Lopes explicó a Efe que no se prevé una variación significativa, pues se trata de algo "estructural".
Lopes valoró la gran disparidad entre Brasil y el resto de países como "bastante fuerte, pero no sorprendente": "Brasil siempre ha sido el país que menos se identifica con América Latina", indicó.
Con el objetivo de revertir este sentir genuino de los brasileños, el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro ideó en 1989 el "Memorial de América Latina", un complejo gigante ubicado en el centro de Sao Paulo (Brasil) que este año celebra su 30 aniversario.
A lo largo y ancho de sus 85.000 metros cuadrados de superficie (el equivalente a más de 11 campos de fútbol) se yerguen cinco edificios diseñados por el emblemático arquitecto brasileño Oscar Niemeyer que dan cobijo a archivos especializados, exposiciones y espectáculos sobre la cultura latinoamericana.
El objetivo siempre fue "la integración de Brasil en la región", según explica en una entrevista a Efe el director del memorial, Jorge Damiao: "Nuestro equipo se levanta, come y se va a casa pensando en ello", expresó.
Como especialista, el investigador Lopes expuso algunas de las causas que explican este desafío, como las relacionadas al factor geográfico.
El experto explicó que, a pesar de que el gigante suramericano limita con otros diez países latinos, sus zonas de frontera están prácticamente despobladas, por lo que no tienen impacto en el día a día de los brasileños.
Sin embargo, lo más destacado para Lopes es el componente histórico que se desprende de la experiencia colonial, que marcó la identidad de los pueblos del continente de forma muy diferente.
En concreto, la de los brasileños está señalada por la transferencia de la corona portuguesa a Rio de Janeiro en 1808, antes de la declaración de independencia de Brasil (1822).
Según explica el especialista, este hecho instaló una capital en el territorio que sostuvo un imperio de dinastía europea durante todo el siglo XIX, mientras el resto de países de la región luchaba contra la dominación española por la independencia de sus repúblicas, lo que fundó un sentimiento de unidad.
"Esto creó una identidad brasileña, sobre todo en las élites, que siempre vio a Europa como modelo y a América Latina como barbarie", ilustró el especialista.
A esta semilla le siguió una historia diplomática que tuvo como prioridad los países más desarrollados, sobre todo Estados Unidos, mientras procesos de integración regionales como el Mercosur tuvieron "un éxito mucho menor al esperado", según Lopes.
Este es el escenario que el Memorial de América Latina se propone revertir mediante iniciativas como las clases de español gratuitas que imparte en su Biblioteca Latino-Americana.
Y es que, según explicó Jorge Damiao, la idiomática es otra gran barrera que dificulta el intercambio cultural.
De acuerdo con el último informe anual publicado por el Instituto Cervantes en 2018, se calcula que apenas unas 6,7 millones de personas hablan o estudian español en Brasil, lo que se traduce en alrededor de un 3 % de la población.
El director reivindicó que esta lengua debería ser de enseñanza obligatoria en las escuelas de Brasil y criticó el bajo nivel educativo del país, que hace que muchos de sus habitantes no sepan "ni qué países forman parte de América Latina".