Una caída en la perspectiva de la inflación para las consumidores y una mayor tensión comercial provocaban el lunes preocupación entre fun...
Una caída en la perspectiva de la inflación para las consumidores y una mayor tensión comercial provocaban el lunes preocupación entre funcionarios de la Reserva Federal, que se enfrentaban a más volatilidad en el mercado y un nuevo conjunto de riesgos.
Wall Street seguía cayendo tras el desplome de la semana pasada luego de que el presidente Donald Trump impuso nuevos aranceles a las importaciones chinas.
Los principales índices bursátiles bajaban entre un 2% y un 3% por ciento el lunes y los inversores en bonos aumentaban considerablemente sus apuestas a que la Fed se verá obligada a bajar las tasas de interés este año.
Los funcionarios de la Reserva Federal han considerado en gran medida la guerra comercial dentro de sus perspectivas económicas y de política monetaria, argumentando que el impacto probable en el crecimiento del Producto Interno Bruto de Estados Unidos sería pequeño a menos que la tensión comercial persista y de intensifique.
Sin embargo, después del colapso de las conversaciones entre Estados Unidos y China la semana pasada y la amenaza de que los aranceles subirán cada vez más, había más razones para el pesimismo.
"Si es el peor escenario, con aranceles cada vez mayores durante un largo tiempo, las cosas podrían cambiar, podría tener un efecto real en el crecimiento del PIB de Estados Unidos", dijo el presidente del banco de la Reserva Federal de Mineápolis, Neel Kashkari, en el canal CNBC.
En una entrevista en una radio de Boston, el presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, dijo que si bien Estados Unidos es "lo suficientemente fuerte" para sobrellevar la tensión comercial, "si comienza a ser una situación en la que esperamos que los aranceles se mantengan altos mucho tiempo comienza a interferir con los patrones de comercio".
Los funcionarios de la Fed se han cuidado hasta ahora de decir que ha cambiado su perspectiva principal, que considera que las tasas se mantengan en el rango de un 2,25% a un 2.5% hasta que el crecimiento se debilite y la inflación se frene aún más.
El presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, dijo en una conferencia en la Universidad de Texas que pensaba que por el momento la Fed no debería ni bajar ni subir las tasas.
"Tendremos que ver a dónde vamos desde aquí y continuaré actualizando mi opinión en función de lo que veamos en la economía", dijo Kaplan.
Wall Street seguía cayendo tras el desplome de la semana pasada luego de que el presidente Donald Trump impuso nuevos aranceles a las importaciones chinas.
Los principales índices bursátiles bajaban entre un 2% y un 3% por ciento el lunes y los inversores en bonos aumentaban considerablemente sus apuestas a que la Fed se verá obligada a bajar las tasas de interés este año.
Los funcionarios de la Reserva Federal han considerado en gran medida la guerra comercial dentro de sus perspectivas económicas y de política monetaria, argumentando que el impacto probable en el crecimiento del Producto Interno Bruto de Estados Unidos sería pequeño a menos que la tensión comercial persista y de intensifique.
Sin embargo, después del colapso de las conversaciones entre Estados Unidos y China la semana pasada y la amenaza de que los aranceles subirán cada vez más, había más razones para el pesimismo.
"Si es el peor escenario, con aranceles cada vez mayores durante un largo tiempo, las cosas podrían cambiar, podría tener un efecto real en el crecimiento del PIB de Estados Unidos", dijo el presidente del banco de la Reserva Federal de Mineápolis, Neel Kashkari, en el canal CNBC.
En una entrevista en una radio de Boston, el presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, dijo que si bien Estados Unidos es "lo suficientemente fuerte" para sobrellevar la tensión comercial, "si comienza a ser una situación en la que esperamos que los aranceles se mantengan altos mucho tiempo comienza a interferir con los patrones de comercio".
Los funcionarios de la Fed se han cuidado hasta ahora de decir que ha cambiado su perspectiva principal, que considera que las tasas se mantengan en el rango de un 2,25% a un 2.5% hasta que el crecimiento se debilite y la inflación se frene aún más.
El presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, dijo en una conferencia en la Universidad de Texas que pensaba que por el momento la Fed no debería ni bajar ni subir las tasas.
"Tendremos que ver a dónde vamos desde aquí y continuaré actualizando mi opinión en función de lo que veamos en la economía", dijo Kaplan.