Álvaro Blanco / EFE Año de Gracia de 1559. Una expedición española levanta en Pensacola (Florida) el primer asentamiento de europeos en ...
Álvaro Blanco / EFE
Año de Gracia de 1559. Una expedición española levanta en Pensacola (Florida) el primer asentamiento de europeos en lo que hoy es Estados Unidos, pero un huracán acabó con su sueño de reforzar la presencia del reino de Felipe II en el sureste del país, cambiando el curso de la historia.
El 15 de agosto de ese año, el explorador castellano Tristán de Luna y Arellano desembarcó con 1.500 hombres junto a la bahía de Pensacola y fundó el sitio de Santa María de Ochuse, pero apenas un mes más tarde un huracán les diezmó y hundió buena parte de su flota de 12 barcos.
Su intención era establecer una ruta desde el Golfo de México y la colonia de Punta Santa Elena, en Carolina del Sur, previa a la de Pensacola, pero de la que no se han encontrado sus restos.
"Mi sospecha es que si el asentamiento de Tristán de Luna no hubiera sido barrido por el huracán hubiera sido el inicio de la presencia permanente española en la zona y quizás no estaríamos hablando ahora en inglés", dice a Efe John Worth, profesor del departamento de Antropología de la Universidad West Florida.
Worth dirige los trabajos de excavación en el sitio arqueológico del asentamiento español en Pensacola, descubierto en 2015 y en el que han sacado a la luz numerosos objetos como cerámicas, especialmente botijas de aceite, puntas de flecha, objetos de decoración, clavos y primeros vestigios de estructuras.
La colonia, que calculan se asentaba en un área rectangular de 350 por 250 metros, llegó a tener 140 espacios dedicados a edificios, incluidos una plaza principal, una iglesia y un almacén donde guardaban sus herramientas y parte de sus alimentos, aunque la mayoría permanecieron en los barcos que se hundieron con el ciclón.
Las cerca de 13 hectáreas que comprendía el asentamiento hicieron de este el mayor y más poblado de los establecidos por los españoles en el sureste de EE.UU., mucho mayor que el de Santa Elena y el de San Agustín, considerada ahora la ciudad más antigua del país.
El objetivo de Felipe II al financiar este ambicioso proyecto era frenar la amenaza francesa de colonización de la zona y reforzar la presencia española en este territorio descubierto el 27 de marzo de 1513 por Juan Ponce de León. Pero el ciclón tumbó sus planes.
Según el arqueólogo y antropólogo, el huracán, "cuanto menos, cambió la historia de Norteamérica" al destruir las opciones de éxito del asentamiento tras dejarles sin barcos y sin comida suficiente para alimentar a los cientos de residentes que sobrevivieron al ciclón.
En caso de que el asentamiento evitara el huracán, del que se tiene registro que asoló previamente Puerto Rico y cruzó la Florida hasta llegar a Pensacola, las tropas españolas se hubieran hecho fuertes en el norte de Florida y hubieran estado en mejor disposición de derrotar a los ingleses que llegaron al país 50 años después.
El asentamiento de Tristán de Luna, que tras el huracán todavía se mantuvo hasta 1561, se creó seis años antes de la fundación de San Agustín y no fue hasta 1607 que los primeros colonos ingleses llegaron a Jamestown, al norte de EE.UU, y comenzaron a expandir su área de influencia hacia el sur.
Y en esa zona se hubieran quedado si la iniciativa de Tristán de Luna llega a ser exitosa, dice el experto, quien habla español y ha viajado a menudo a Sevilla a consultar documentos en el Archivo General de Indias.
"Es increíble cómo el clima y sucesos accidentales pueden cambiar el curso de los eventos humanos", apunta sobre el destino de una expedición que salió de Veracruz (México) y estaba formada por 500 militares y sus familias, religiosos dominicos, aztecas y africanos, tanto esclavos como personas libres.
Y en este aspecto radica el mayor interés de Worth en este "increíble esfuerzo" de los españoles e inicio de la "era colonial europea en EE.UU.".
Se trataba de una sociedad colonial multiétnica que él quiere retratar para conocer mejor cómo era la cultura de los españoles que vinieron de Nueva España, hoy México, 40 años después de la conquista de Hernán Cortés, y su interacción y asimilación a su entorno.
El sitio arqueológico fue descubierto en 2015 por el historiador local Tom Garner, que explica a Efe que, como natural de Pensacola, conocía la historia de Tristán de Luna y sabía que la descripción del asentamiento decía que se encontraba en un lugar elevado y cerca de la bahía donde se hundieron sus barcos.
"Recorrí un terreno abierto de una propiedad, me paré y me encontré en la superficie restos cerámicos", relata el que ahora ejerce de enlace entre los arqueólogos y los vecinos de este pequeño barrio de Pensacola, que en su mayoría accede a que los científicos excaven en sus propiedades en busca de nuevos vestigios.
Garner asegura que el hallazgo del asentamiento de Tristán de Luna supone remontarse al inicio de la "cultura europea" en el actual EE.UU., aunque un inesperado huracán la dejó en manos anglosajonas y no españolas.
El 15 de agosto de ese año, el explorador castellano Tristán de Luna y Arellano desembarcó con 1.500 hombres junto a la bahía de Pensacola y fundó el sitio de Santa María de Ochuse, pero apenas un mes más tarde un huracán les diezmó y hundió buena parte de su flota de 12 barcos.
Su intención era establecer una ruta desde el Golfo de México y la colonia de Punta Santa Elena, en Carolina del Sur, previa a la de Pensacola, pero de la que no se han encontrado sus restos.
"Mi sospecha es que si el asentamiento de Tristán de Luna no hubiera sido barrido por el huracán hubiera sido el inicio de la presencia permanente española en la zona y quizás no estaríamos hablando ahora en inglés", dice a Efe John Worth, profesor del departamento de Antropología de la Universidad West Florida.
Worth dirige los trabajos de excavación en el sitio arqueológico del asentamiento español en Pensacola, descubierto en 2015 y en el que han sacado a la luz numerosos objetos como cerámicas, especialmente botijas de aceite, puntas de flecha, objetos de decoración, clavos y primeros vestigios de estructuras.
La colonia, que calculan se asentaba en un área rectangular de 350 por 250 metros, llegó a tener 140 espacios dedicados a edificios, incluidos una plaza principal, una iglesia y un almacén donde guardaban sus herramientas y parte de sus alimentos, aunque la mayoría permanecieron en los barcos que se hundieron con el ciclón.
Las cerca de 13 hectáreas que comprendía el asentamiento hicieron de este el mayor y más poblado de los establecidos por los españoles en el sureste de EE.UU., mucho mayor que el de Santa Elena y el de San Agustín, considerada ahora la ciudad más antigua del país.
El objetivo de Felipe II al financiar este ambicioso proyecto era frenar la amenaza francesa de colonización de la zona y reforzar la presencia española en este territorio descubierto el 27 de marzo de 1513 por Juan Ponce de León. Pero el ciclón tumbó sus planes.
Según el arqueólogo y antropólogo, el huracán, "cuanto menos, cambió la historia de Norteamérica" al destruir las opciones de éxito del asentamiento tras dejarles sin barcos y sin comida suficiente para alimentar a los cientos de residentes que sobrevivieron al ciclón.
En caso de que el asentamiento evitara el huracán, del que se tiene registro que asoló previamente Puerto Rico y cruzó la Florida hasta llegar a Pensacola, las tropas españolas se hubieran hecho fuertes en el norte de Florida y hubieran estado en mejor disposición de derrotar a los ingleses que llegaron al país 50 años después.
El asentamiento de Tristán de Luna, que tras el huracán todavía se mantuvo hasta 1561, se creó seis años antes de la fundación de San Agustín y no fue hasta 1607 que los primeros colonos ingleses llegaron a Jamestown, al norte de EE.UU, y comenzaron a expandir su área de influencia hacia el sur.
Y en esa zona se hubieran quedado si la iniciativa de Tristán de Luna llega a ser exitosa, dice el experto, quien habla español y ha viajado a menudo a Sevilla a consultar documentos en el Archivo General de Indias.
"Es increíble cómo el clima y sucesos accidentales pueden cambiar el curso de los eventos humanos", apunta sobre el destino de una expedición que salió de Veracruz (México) y estaba formada por 500 militares y sus familias, religiosos dominicos, aztecas y africanos, tanto esclavos como personas libres.
Y en este aspecto radica el mayor interés de Worth en este "increíble esfuerzo" de los españoles e inicio de la "era colonial europea en EE.UU.".
Se trataba de una sociedad colonial multiétnica que él quiere retratar para conocer mejor cómo era la cultura de los españoles que vinieron de Nueva España, hoy México, 40 años después de la conquista de Hernán Cortés, y su interacción y asimilación a su entorno.
El sitio arqueológico fue descubierto en 2015 por el historiador local Tom Garner, que explica a Efe que, como natural de Pensacola, conocía la historia de Tristán de Luna y sabía que la descripción del asentamiento decía que se encontraba en un lugar elevado y cerca de la bahía donde se hundieron sus barcos.
"Recorrí un terreno abierto de una propiedad, me paré y me encontré en la superficie restos cerámicos", relata el que ahora ejerce de enlace entre los arqueólogos y los vecinos de este pequeño barrio de Pensacola, que en su mayoría accede a que los científicos excaven en sus propiedades en busca de nuevos vestigios.
Garner asegura que el hallazgo del asentamiento de Tristán de Luna supone remontarse al inicio de la "cultura europea" en el actual EE.UU., aunque un inesperado huracán la dejó en manos anglosajonas y no españolas.