Guatemala está enfrascada en un atípico proceso electoral, uno de los más insólitos desde que se instauró la democracia en 1985. A menos d...
Guatemala está enfrascada en un atípico proceso electoral, uno de los más insólitos desde que se instauró la democracia en 1985. A menos de un mes de que más de 8 millones de personas acudan a las urnas, la incertidumbre y el desasosiego acorralan unas elecciones decisivas para el país.
Desde que el Tribunal Supremo Electoral anunciara que el 16 de junio se celebraría la fiesta cívica, los guatemaltecos se preguntan "¿a quién voto?" mientras el sistema político se muestra débil y una serie de factores marcan el devenir del proceso. Estas son las claves principales.
1. "¿JUDICIALIZACIÓN DE LA POLÍTICA?"
Nunca antes en la historia electoral de Guatemala las Cortes habían jugado un papel tan importante como lo están haciendo ahora. Aunque en su momento tuvieron que decidir sobre las candidaturas del exdictador de José Efraín Ríos Montt (2003) o la del pastor Harold Caballeros (2007), fallos que causaron polémica, este año son protagonistas indiscutibles y algunos aseguran que son la caja de resonancia del mundo político.
Pero lo cierto es que han sido las encargadas de prohibir la participación de la reconocida exfiscal general Thelma Aldana (por no tener finiquito, un documento que se exige en Guatemala para optar a un cargo público), la de Zury Ríos (por ser hija del exdictador José Efraín Ríos Montt) o la de Mauricio Radford (por tener un proceso judicial pendiente).
2. EN PROBLEMAS Y CON DUDAS
En la incertidumbre hay más candidaturas, como la de Edwin Escobar (aspirante a la primera magistratura por Prosperidad Ciudadana) por carecer del finiquito y la de la ex primera dama Sandra Torres, contra quien hay pendiente una solicitud de desafuero por una supuesta financiación electoral ilícita en la campaña de 2015, cuando perdió en la segunda vuelta frente a Jimmy Morales.
Pero no son los únicos. Roberto Arzú, hijo del expresidente y exalcalde de la capital Álvaro Arzú, tiene un proceso civil en Miami (EE.UU.) por una deuda de más de 5 millones de dólares a J.J. Rendón.
Las acusaciones o dudas sobre el pasado también son un lastre para otros candidatos. Al humanista Edmond Mulet lo sobrevuela su supuesta participación en adopciones ilegales en la década de 1980 y a Alejandro Giammattei (VAMOS) su participación en la operación Pavo Real, en la que se ejecutaron extrajudicialmente a varios presos.
A Fredy Cabrera (TODOS) lo vinculan a la elección de magistrados y a Thelma Cabrera (del Movimiento por la Liberación de los Pueblos) la relacionan al robo de energía del Comité de Desarrollo Campesino, una organización que ella junto a otros compañeros fundó para luchar por el derecho a la tierra y la nacionalización de la energía por sus desorbitados precios que impiden un acceso equitativo.
3. DEPURACIÓN OBLIGADA
Estas decisiones judiciales han depurado una lista que era de las más largas de la historia. Al menos 24 personas buscaban el Gobierno pero ahora la lista se acorta. Con las candidaturas anuladas las opciones se han reducido. Y a esa depuración hay que sumar la de Mario Estrada, cuya credencial fue revocada después de que fuera detenido en Estados Unidos por supuestos vínculos con el narcotráfico.
Esa lista inmensa de partidos y candidatos demostraba la fragilidad e inconsistencia del sistema electoral y político en Guatemala, en el que no hay un sentimiento de pertenencia real a unos ideales y donde las organizaciones carecen de ideología.
4. VOTOS HUÉRFANOS
Después de la anulación de varias candidaturas, las dudas cercan al voto huérfano: el que han dejado desamparado Thelma Aldana y Zury Ríos al caerse de la lista y quienes encabezan las principales encuestas en segundo y tercer lugar, después de Torres.
Ahora queda por ver cuáles aspirantes saben recoger ese voto.
5. MENOS DERECHOS, MENOS PROGRAMAS
La situación política y judicial ha monopolizado las charlas entre amigos y los debates. Poco se sabe de los programas y de las ideas que implantarán los aspirantes de llegar al poder y lo poco que se ha dado a conocer, según el titular de la Procuraduría de Derechos Humanos, Jordán Rodas, va en contra de los defensores y de los derechos humanos de los ciudadanos.
La promoción de la familia tradicional, la aplicación de la pena de muerte, la negación del genocidio en el conflicto armado interno (1960-1996) y por ende de las víctimas, o la oposición a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) han sido los mensajes más repetidos.
Uno de los ejemplos fue la camiseta que llevaba Amílcar Rivera, candidato a la Presidencia por Victoria, cuando fue a recoger sus credenciales y que otros han repetido en sus discursos: "No más derechos humanos para delincuentes".
6. ¿ELECCIONES LIBRES?
El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha pedido en varias ocasiones que se celebren unas elecciones libres, sin injerencia; sembrando la duda de si no lo están siendo y cuestionando en reiteradas ocasiones el papel del Tribunal Supremo Electoral o de las cortes.
"Que las elecciones no se conviertan en una tragedia" fue uno de los últimos deseos que transmitió a los medios. Días después, un grupo de militares retirados empezaron a amenazar con boicotear los comicios si no les pagan una indemnización por su "trabajo" durante la guerra.
Muchos se preguntan: ¿Quién no deja que se celebren unas elecciones libres?