(Europa Press) - Una muerte masiva de aves marinas en el mar de Bering puede atribuirse parcialmente al cambio climático, según un nuevo e...
(Europa Press) - Una muerte masiva de aves marinas en el mar de Bering puede atribuirse parcialmente al cambio climático, según un nuevo estudio publicado este miércoles en la revista de acceso abierto 'PLOS ONE' por Timothy Jones, del programa de Ciencia Ciudadana COASST en la Universidad de Washington (Estados Unidos), y Lauren Divino, de la Oficina de Conservación de Ecosistemas de la Comunidad Aleut de la Isla de San Pablo, y colegas. Las aves parecían haber muerto por los efectos de la inanición.
Los frailecillos que se reproducen en el mar de Bering, frente a la costa de Alaska, se alimentan de peces e invertebrados marinos, que a su vez se alimentan de plancton oceánico. La elevación de las temperaturas del mar ha dado lugar a cambios importantes en los ecosistemas oceánicos, y se ha relacionado con eventos previos de mortalidad masiva en aves marinas.
A partir de 2014, el incremento de las temperaturas atmosféricas y la disminución del hielo marino en invierno provocaron una caída de las especies de presas ricas en energía en el mar de Bering, así como un cambio de algunas especies más al norte, lo que redujo los recursos alimenticios de los frailecillos en la parte sur del mar.
En el estudio actual, Jones y sus colegas documentaron una muerte de cuatro meses de frailecillos y una segunda especie, el mérgulo empenachado, en la isla de San Pablo, una de las islas Pribilof en el sur del mar de Bering, a unas 300 millas al este de la parte continental. A partir de octubre de 2016, los miembros tribales y de la comunidad recuperaron más de 350 cadáveres severamente demacrados, en su mayoría adultos en proceso de muda, un factor estresante nutricional conocido durante el ciclo de vida de las aves.
Los autores sugieren que una reducción en los recursos alimenticios antes de empezar la muda puede haber hecho que muchas aves mueran. Usando datos del viento para modelar las playas, calcularon que entre 3.150 y 8-500 aves podrían haber muerto en el evento. Los frailecillos representaron el 87 por ciento de este total, o el 40-100 por cien de la población de las islas Pribilofs, lo que hace que sea muy probable que las aves afectadas se originen en colonias en todo el mar de Bering. En comparación, los frailecillos han constituido menos del 1 por ciento de los cadáveres recogidos en la región en años anteriores.
Los autores sugieren que los cambios provocados por el clima en la abundancia y/o distribución de las presas, combinados con el inicio de la muda, pueden haber causado esta muerte de frailecillos, y señalan que es probable una mayor variabilidad del clima en esta región. Investigaciones y observaciones adicionales mostrarán si las aves marinas pueden permanecer resistentes en un entorno cada vez más variable.
Divine concluye que "este documento es una aplicación exitosa de la ciencia ciudadana en el mundo real. Los residentes de la isla recopilaron datos de alta calidad en tiempo real y proporcionaron a COASST un contexto detallado para su análisis. Sin la relación positiva y de beneficio mutuo desarrollada durante años de colaboración, esta muerte masiva de frailecillos no se habría comunicado a la comunidad científica".
Los frailecillos que se reproducen en el mar de Bering, frente a la costa de Alaska, se alimentan de peces e invertebrados marinos, que a su vez se alimentan de plancton oceánico. La elevación de las temperaturas del mar ha dado lugar a cambios importantes en los ecosistemas oceánicos, y se ha relacionado con eventos previos de mortalidad masiva en aves marinas.
A partir de 2014, el incremento de las temperaturas atmosféricas y la disminución del hielo marino en invierno provocaron una caída de las especies de presas ricas en energía en el mar de Bering, así como un cambio de algunas especies más al norte, lo que redujo los recursos alimenticios de los frailecillos en la parte sur del mar.
En el estudio actual, Jones y sus colegas documentaron una muerte de cuatro meses de frailecillos y una segunda especie, el mérgulo empenachado, en la isla de San Pablo, una de las islas Pribilof en el sur del mar de Bering, a unas 300 millas al este de la parte continental. A partir de octubre de 2016, los miembros tribales y de la comunidad recuperaron más de 350 cadáveres severamente demacrados, en su mayoría adultos en proceso de muda, un factor estresante nutricional conocido durante el ciclo de vida de las aves.
Los autores sugieren que una reducción en los recursos alimenticios antes de empezar la muda puede haber hecho que muchas aves mueran. Usando datos del viento para modelar las playas, calcularon que entre 3.150 y 8-500 aves podrían haber muerto en el evento. Los frailecillos representaron el 87 por ciento de este total, o el 40-100 por cien de la población de las islas Pribilofs, lo que hace que sea muy probable que las aves afectadas se originen en colonias en todo el mar de Bering. En comparación, los frailecillos han constituido menos del 1 por ciento de los cadáveres recogidos en la región en años anteriores.
Los autores sugieren que los cambios provocados por el clima en la abundancia y/o distribución de las presas, combinados con el inicio de la muda, pueden haber causado esta muerte de frailecillos, y señalan que es probable una mayor variabilidad del clima en esta región. Investigaciones y observaciones adicionales mostrarán si las aves marinas pueden permanecer resistentes en un entorno cada vez más variable.
Divine concluye que "este documento es una aplicación exitosa de la ciencia ciudadana en el mundo real. Los residentes de la isla recopilaron datos de alta calidad en tiempo real y proporcionaron a COASST un contexto detallado para su análisis. Sin la relación positiva y de beneficio mutuo desarrollada durante años de colaboración, esta muerte masiva de frailecillos no se habría comunicado a la comunidad científica".