México, 29 May (Notimex).- La esclerosis múltiple se ubica como la segunda causa de discapacidad en jóvenes mexicanos, aún cuando existen ...
México, 29 May (Notimex).- La esclerosis múltiple se ubica como la segunda causa de discapacidad en jóvenes mexicanos, aún cuando existen tratamientos para controlarla y detener sus brotes, señaló el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Noel Isaías Plascencia Álvarez.
El especialista de la Facultad de Medicina destacó que, según la Secretaría de Salud, en México existen 20 mil personas con esa enfermedad y el mayor número de ellos se diagnostica entre los 20 y 40 años de edad.
Agregó que es más común en personas jóvenes, sobre todo en mujeres, a partir de los 20 años, y a veces antes, desde los 16.
En un comunicado y a propósito del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se conmemora mañana 30 de mayo, la máxima casa de estudios recordó que este año, la campaña de concientización sobre esta afección se denomina “Mi Esclerosis Múltiple Invisible” (#MyInvisibleMS) con el tema la visibilidad.
Plascencia Álvarez explicó que la esclerosis múltiple es degenerativa y crónica del sistema nervioso y al ser de origen autoinmune ocasiona que el organismo forme anticuerpos que dañan al cerebro y la médula espinal.
El profesor adjunto del curso de posgrado en Neurología de la Facultad de Medicina y adscrito al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, precisó que la atención de este padecimiento es importante en la medida que al causar daños a la conducción nerviosa, afecta el hablar, los movimientos y el equilibrio.
Apuntó que los síntomas de la enfermedad son variables y dependen de su ubicación y gravedad, los más comunes son de tipo motor, sensorial y fatiga.
“Es por eso que cuando hay interrupciones por esclerosis múltiple, el paciente siente piernas y brazos frágiles, sensación de hormigueo, inestabilidad, visión borrosa, problemas de memoria y fatiga, entre otros”, detalló.
Advirtió que si hay daños en la médula espinal puede haber pérdida de fuerza en las piernas o brazos, así como alteraciones en el control de los esfínteres o dolor.
El académico afirmó que debido a que esta afección puede ser recurrente, las personas tienen un episodio con manifestaciones que deben ser atendidas, porque de lo contrario puede ser progresiva.
Los tratamientos existentes consisten en suministrar fármacos que disminuyen la reacción contra la mielina, controlando la respuesta inmunológica contra esa sustancia.
El especialista de la Facultad de Medicina destacó que, según la Secretaría de Salud, en México existen 20 mil personas con esa enfermedad y el mayor número de ellos se diagnostica entre los 20 y 40 años de edad.
Agregó que es más común en personas jóvenes, sobre todo en mujeres, a partir de los 20 años, y a veces antes, desde los 16.
En un comunicado y a propósito del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se conmemora mañana 30 de mayo, la máxima casa de estudios recordó que este año, la campaña de concientización sobre esta afección se denomina “Mi Esclerosis Múltiple Invisible” (#MyInvisibleMS) con el tema la visibilidad.
Plascencia Álvarez explicó que la esclerosis múltiple es degenerativa y crónica del sistema nervioso y al ser de origen autoinmune ocasiona que el organismo forme anticuerpos que dañan al cerebro y la médula espinal.
El profesor adjunto del curso de posgrado en Neurología de la Facultad de Medicina y adscrito al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, precisó que la atención de este padecimiento es importante en la medida que al causar daños a la conducción nerviosa, afecta el hablar, los movimientos y el equilibrio.
Apuntó que los síntomas de la enfermedad son variables y dependen de su ubicación y gravedad, los más comunes son de tipo motor, sensorial y fatiga.
“Es por eso que cuando hay interrupciones por esclerosis múltiple, el paciente siente piernas y brazos frágiles, sensación de hormigueo, inestabilidad, visión borrosa, problemas de memoria y fatiga, entre otros”, detalló.
Advirtió que si hay daños en la médula espinal puede haber pérdida de fuerza en las piernas o brazos, así como alteraciones en el control de los esfínteres o dolor.
El académico afirmó que debido a que esta afección puede ser recurrente, las personas tienen un episodio con manifestaciones que deben ser atendidas, porque de lo contrario puede ser progresiva.
Los tratamientos existentes consisten en suministrar fármacos que disminuyen la reacción contra la mielina, controlando la respuesta inmunológica contra esa sustancia.