Los productores de amapola en el sureño estado mexicano de Guerrero quieren dejar de sembrar esta planta opiácea con la que se fabrica he...
Los productores de amapola en el sureño estado mexicano de Guerrero quieren dejar de sembrar esta planta opiácea con la que se fabrica heroína y dar un giro a sus cultivos porque dejó de ser rentable.
De acuerdo con lo informado por campesinos de la región a Efe, en los últimos dos años el costo del kilo de la goma de opio, derivado de la amapola, cayó de los 20.000 pesos (unos 1.059 dólares) a los 5.000 pesos (unos 265 dólares), que es prácticamente lo que invierten en su cultivo.
La desesperación de los campesinos provocó que el pasado 10 de abril se organizaran para retener a un grupo de militares que realizaban un operativo cerca de la comunidad Campo Morado, perteneciente al municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), para presionar a las autoridades a acudir hasta esa zona a escucharlos.
Campo Morado está a unas cuatro horas de Tlacotepec, municipio enclavado en el corazón de la sierra.
Se llega a este pueblo a través de un sinuoso camino rodeado de profundas barrancas, lo que dificulta el transporte de cualquier producción en la región.
El comisario de Campo Morado, Ricardo Alarcón Álvarez, dijo este miércoles a Efe que como productores de amapola no están contra el Gobierno o en contra de que destruyan los plantíos.
Pese a que el nuevo Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha planteado la posibilidad de legalizar ciertas drogas, comerciar con la amapola continúa siendo un negocio completamente ilícito, que alimenta los tentáculos del narcotráfico, que la envía a Estados Unidos.
“Si quieren que destruyan los plantíos, pero antes de que destruyan la amapola, que nos hagan llegar los proyectos productivos”, expresó.
Artemio Márquez Lucena, de la misma comunidad, expresó que enfrentan una crisis económica que afecta a toda la sierra como nunca antes, pues considera que por la lejanía en la que viven son vulnerables la crisis generalizada que considera que enfrenta México.
“Queremos que nos den proyectos productivos, que nos cambien la forma de trabajo, sabemos que la amapola ya no vale, queremos que nos cambien los proyectos productivos por la amapola, nosotros ya no queremos sembrar eso”, expresó.
El campesino indicó que además el Ejército sobrevuela la región para fumigar y exterminar los cultivos.
Pero ello termina con todo lo demás que ellos pudieran producir, incluido lo que pescan en los ríos, pues han extraído peces con llagas negras y rojas.
En la región se han presentado además casos de cáncer, que anteriormente no sufrían, lo que atribuyen a los sobrevuelos que llevan a cabo para erradicar.
Como fue el caso de Agustín Lucena Nájera, que murió hace unos 15 días de cáncer de colon, relatan los habitantes de la localidad.
Ananías Flores Benítez, de la comunidad de Renacimiento, consideró a Efe que en la sierra están abandonados porque el Gobierno se acostumbró que solita se mantenía y nunca pedía nada.
Pero ahora ese olvido les pesa y es cuando requieren apoyo del Gobierno para dejar la amapola.
“Si el Gobierno nos da esos grandes apoyos nosotros como ciudadanos solitos nos retiramos de la siembra de enervantes. Por sí solos dejaríamos de sembrar, pero queremos respuestas, queremos soluciones y apoyo por parte del gobierno”, afirma.
Los habitantes de la sierra se han visto afectados además por las modificaciones en los programas sociales hechos por López Obrador, que asumió la Presidencia el pasado 1 de diciembre, pues los estudiantes recibían becas y las mujeres eran beneficiarias del programa Prospera.
En el caso de los adultos mayores, las nuevas reglas de operación los obliga a acudir a un banco a cobrarlas, y el más cercano está a 4 horas.
Y para los campesinos, las reglas de operación para el fertilizante se les complica, además de que tendrían que acudir a recogerlo a las cabeceras municipales.
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