Padecer encefalopatía atetoide no ha impedido a Matías Alaniz cumplir sus sueños. A sus 29 años, forma parte de la plantilla de profesor...
Padecer encefalopatía atetoide no ha impedido a Matías Alaniz cumplir sus sueños. A sus 29 años, forma parte de la plantilla de profesores en Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), uno de los centros educativos más prestigiosos de América Latina.
Matías es el primer universitario con discapacidad motriz que ha logrado ser aceptado como profesor. Impartirá sus clases en el Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
“Para mí, significa una inmensa responsabilidad ya que si no realizo un buen trabajo, probablemente las instituciones de educación superior no se sientan motivadas para contratar a otras personas con discapacidad”, dice a Efe el hoy docente.
El camino, acepta, no ha sido fácil pues rememora que en el inicio de su educación sufrió de discriminación debido a su condición.
“Enfrenté situaciones de marginación y discriminación derivadas de los prejuicios hacia la discapacidad que están socialmente arraigados”, asegura.
Ello, admite, le llevó en el bachillerato a elegir la modalidad no presencial o a distancia.
“Gracias a esta modalidad pude cursar el nivel medio superior y superior sin cargar con los estigmas de compañeros y profesores”, dice.
Cuenta que su aprendizaje, desarrollo y trabajo han sido posibles gracias a Jaws y Open Book, un par de softwares instalados en su silla de ruedas que le permiten convertir imagen a texto y leer el texto con una voz que él elige para poder escuchar el contenido.
Pese a estas dificultades, Matías logró licenciarse en Ciencias Políticas y Administración Pública y se graduó con mención honorífica con la tesis “El sistema político mexicano, sus principales mecanismos de preservación (1968-1994)”.
Pese a haber tenido muchas limitaciones a lo largo de su vida, Matías considera que la principal limitación a la que se enfrentan las personas con discapacidad también se presenta a la hora de solicitar trabajo.
“Los empleadores suelen enfocarse en nuestra discapacidad y no en nuestras habilidades”, admite.
Señala que en México ha retomado fuerza la visión de que las personas con discapacidad “solo debemos ser tratadas como objetos de compasión y de dádivas gubernamentales”.
Esto dice, contradice lo establecido por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que postula a la inclusión como el eje principal de las políticas públicas.
Esto con el fin de que estas personas puedan ejercer sus derechos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones con las demás.
El ahora docente de la UNAM asegura que su contratación marca una pauta importante para que otras instituciones se animen a incluir en sus plantillas de profesores.
“Nos dan la oportunidad de mostrar que los prejuicios existentes están equivocados, pues las personas con discapacidad sabemos que es muy complicado conseguir un empleo bien remunerado”, asegura.
Y admite que cuando consiguen un empleo “seguramente haremos nuestro mejor esfuerzo para mantenerlo, siendo responsables, eficaces y con ambiciones”.
Es por ello que Alaniz afirma que trabajará duro para lograr que el mayor número de sus estudiantes concluya en tiempo y forma en la asignatura que imparte.
“Para ello debo de resolver sus dudas académicas y prácticas, retroalimentar sus trabajos y brindarles un buen acompañamiento en su proceso de aprendizaje”, comenta.
Mientras que, a largo plazo busca convertirse en un experimentado docente de la modalidad a distancia.
Para ello, dice aprovechará al máximo los cursos que la UNAM ofrece al profesorado de la modalidad a distancia.
“Además, pretendo obtener un posgrado relacionado con la educación en línea”, finaliza.i
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