La Malinche, intérprete de Hernán Cortés, el conquistador de México, ha sido reivindicada en los últimos años para dejar de ser la vill...
La Malinche, intérprete de Hernán Cortés, el conquistador de México, ha sido reivindicada en los últimos años para dejar de ser la villana de este episodio de la historia universal, afirmó este jueves a Efe el director español de cine Gonzalo Suárez.
“Ha sido un elemento esencial para la Conquista y entiendo muy bien que a algunos no les caiga bien La Malinche, pero ahora creo que hay un momento en que se está reivindicando su figura porque en el fondo también se está aceptando que lo que hizo acaba siendo una conjunción de una raza”, aseguró.
Suárez presentó en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), que concluye este viernes, su mediometraje “El sueño de la Malinche” (2018), película con dibujos en la que, a manera de fábula, presenta fragmentos de la llegada de Cortés a México, su relación con el emperador azteca Moctezuma y con la joven Malintzin, quien fue su intérprete.
El también guionista considera que esta producción, ideada más con fines educativos que comerciales, ayuda a lograr una revisión del papel tanto de La Malinche como de Moctezuma, una especie de Hamlet atormentado por sus decisiones.
“Es una fábula, pero creo que engrandece la figura de Malinche, la de Moctezuma, y pone en su sitio a Cortés, que era un hombre ávido, cruel, pero también de una inteligencia muy especial; un personaje realmente fascinante. Están todos representados con justicia”, aseguró.
Pasaron décadas para que este proyecto viera la luz desde que Suárez, ayudado por su esposa y por Antonio Saura, tuvo acceso a cada detalle de las crónicas españolas de la época y las traducciones de los códices en náhuatl sobre la Conquista.
La historia de esa mujer que se convirtió “en la portavoz de la palabra de Cortés” lo sedujo y comenzó a escribir el libreto de una ópera que se estrenó en la Bienal de Venecia y de la que Suárez no le gusta hablar mucho pues no cumplió sus expectativas.
“Fue una mujer que sedujo a todos los españoles, con una inteligencia soberbia, que conoce las lenguas enseguida, se adapta y, ante todo, tiene un dominio sobre todo. No es la clásica intérprete”, expresó.
Tiempo después y con ayuda de su amigo el músico Luis Mendo grabó y mezcló los diálogos que ahora conforman la película en las voces de algunos actores, aunque en ese momento no tenía mucha idea de hacia dónde iba el proyecto.
No fue sino hasta que vio un libro de cómics del artista español Pablo Auladell que pensó que juntos podrían trabajar en lo que él llama “dibujos desanimados”, ya que buscar producir una película en animación resultaba muy costoso.
La producción fue lenta y larga pues, cuando Auladell terminaba algún dibujo según el guión, Suárez manejaba la cámara sobre ellos para darle cadencia a las imágenes.
El resultado fue algo que el director siempre había deseado lograr: la confluencia de la literatura con el cine.
“No quería hacer una cosas folclórica de los códices sino una traslación que tuviera descaradamente influencias desde el Guernica de Picasso hasta el Bosco, y que todo fuera un invento. En 40 minutos no pretendía contar algo que ya todos saben; lo que hice es quizás un cuento cruel para niños, pero donde se pusiera de manifiesto la intervención de la palabra en la Conquista”, dijo.
El realizador de películas como “Mi nombre es sombra” (1996) y “Remando al viento” (1988) tiene la certeza de que el mediometraje está destinado a los museos más que en las salas de cine, debido a la vocación educativa que tiene el tema.
“La idea era de que la película fuera el equivalente a un cuadro que no se va entregando por todas partes, sino que el que está interesado va a verlo a los museos”, explicó.
La película fue estrenada con un lleno total en el Museo del Prado en febrero pasado en el Museo Reina Sofía, en Madrid, el Centro Pompidou, en París, y en algunos otros de Nueva York, Estados Unidos.
La película derivó también en un libro del mismo nombre de la película con algunas de las imágenes y textos que la conforman, que se suma a las publicaciones que Suárez, también escritor, ha dado a luz.
El FICG concluirá este 15 de marzo con la exhibición de 295 películas, 113 en la sección oficial que compiten por el premio Mezcal a las mejores producciones mexicanas y al premio Mayahuel a los largometrajes y cortometrajes iberoamericanos de ficción y documental.
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