DW.- El verano que acaba de terminar en la Patagonia ha causado alarma por sus altas temperaturas, que llegaron a más de 30 grados. Aquí ...
DW.- El verano que acaba de terminar en la Patagonia ha causado alarma por sus altas temperaturas, que llegaron a más de 30 grados. Aquí se encuentran los glaciares más grandes de Sudamérica, y los efectos del cambio climático se ven y se sienten.
Mucho más al norte, en la sierra de Mérida, en Venezuela, solo queda una mínima parte del glaciar del Pico Humboldt. Todas las demás masas de hielo desaparecieron, y el país será el primero de la región en quedar sin glaciares. En Bolivia, el Chacaltaya, que alguna vez tuvo la pista de esquí más alta del mundo, a 5400 metros, se extinguió en 2010.
Interesados en conocer las variaciones de masa de los glaciares, un equipo de glaciólogos encabezado por el alemán Matthias Braun, de la Universidad de Erlangen-Núremberg (FAU), junto con científicos sudamericanos, emprendieron una tarea inédita: calcular por primera vez, y con más detalle que nunca, el balance de masa de hielo de todas las áreas glaciares de América del Sur, desde las regiones tropicales de Venezuela hasta las subpolares de Tierra del Fuego. Esto es, cuánto ha perdido o ganado el glaciar en un período determinado, lo que es mucho más difícil de calcular que la extensión superficial.
Los métodos tradicionales de medición de masa presentaban una serie de obstáculos e imprecisiones, por lo que para este estudio se usaron imágenes generadas por satélites de radar, registradas a partir de 2000 por la misión SRTM del transbordador espacial Endeavour de la NASA, que se compararon con las de dos satélites de radar TanDEM-X del Centro Aeroespacial Alemán (DLR), del período 2011-2015.
“Lo que medimos fue el cambio de elevación de la superficie. Nosotros no sabemos cuánto hielo hay, sino solamente cuánto cambió en el período analizado”, explica Braun a DW. Las mediciones por radar permiten calcular cuánto pierde el glaciar en la parte baja y cuánto gana en la parte alta, y el promedio de la diferencia del espesor de la superficie se expresa en centímetros.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature Climate Change, utiliza por primera vez el mismo sistema de medición para todos los glaciares de la región, lo que permite un más análisis consistente. Los hallazgos son reveladores del impacto del cambio climático.
La peor pérdida de masa ocurrió en los glaciares de mayor tamaño, que se ubican en la Patagonia. En Campos de Hielo Norte y Sur se perdieron 19.3 kilómetros cúbicos de hielo por año, lo que equivale a un adelgazamiento glaciar promedio anual de 85 centímetros. Esto es, el 83% de la pérdida de hielo de toda la Cordillera de los Andes.
“El aumento de las temperaturas es para preocuparse, pero no es el único factor. En los últimos años hubo un período de sequía en la Patagonia, y esa combinación de temperaturas altas con la falta de precipitaciones afectó a los glaciares”, explica Braun. También se suman otros factores, como ajustes dinámicos del glaciar, a medida que pierde hielo y busca acomodarse en una nueva posición estable.
Menos pérdida en glaciares tropicales
Un hallazgo que llamó la atención es que “en glaciares más pequeños, como los tropicales de montaña de Ecuador, Perú y Bolivia, el retroceso que se ha observado ha sido mucho menor de lo esperado”, afirma el glaciólogo boliviano Álvaro Soruco, quien participó en el estudio.
En diálogo con DW, el experto de la Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz, observa, no obstante, que la técnica de radar puede tener algunos efectos de distorsión en las mediciones de pequeños glaciares de montaña.
Los pronósticos anteriores en glaciares monitorizados mostraban que los que están por debajo de 5400 metros de altura perdían 120 centímetros al año y las que están por sobre esa altura, 60 centímetros anuales. “El nuevo estudio demuestra que, en promedio, todos los glaciares, no solo los monitorizados, estarían perdiendo 40 centímetros al año”, dice el glaciólogo boliviano.
En Tierra del Fuego se registró una tendencia similar e incluso algunos glaciares muestran avances. También en los del sur de Bolivia, el norte de Chile y Argentina se observan pocos cambios de masa.
“Lo positivo es que los resultados no son tan malos en todos los lugares, como pensábamos. En Perú y Bolivia están un poco por debajo del pronóstico, pero igualmente los valores son para preocuparse”, indica Braun.
El futuro de los glaciares sudamericanos
“En Bolivia se estima que hay unos 250 km cuadrados de glaciares. Hemos visto desaparecer el 50% de lo que había en 1975”, lamenta Soruco. “Los que están por debajo de los 5400 metros de altura están condenados a desaparecer en las siguientes décadas. Creemos que los que se encuentran sobre esta altura van a seguir ahí en los próximos 100 años. Se van a reducir, pero no van a llegar a desaparecer”, adelanta el glaciólogo boliviano.
Su retroceso tiene serias consecuencias para comunidades cercanas, pues son fuentes de agua. “Durante los períodos secos, las personas en la región de los Andes centrales y en el altiplano se abastecen bastante de agua del deshielo de los glaciares”, subraya Braun.
Los glaciares son importantes indicadores del cambio climático. Factores como temperaturas, precipitaciones y la ocurrencia del fenómeno de El Niño determinarán el futuro de los hielos sudamericanos. En opinión del glaciólogo alemán, “en gran parte no podemos revertir esta situación, porque depende del aumento de la temperatura en este cambio del clima que ya iniciamos. La podemos reducir en parte, y eso depende de nuestras acciones, pero el proceso en general va a continuar”.
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