Enclavado en la selva maya de México se encuentra el Vocho Hotel, un lugar donde fueron reconvertidos en habitaciones varios coches de Vo...
Enclavado en la selva maya de México se encuentra el Vocho Hotel, un lugar donde fueron reconvertidos en habitaciones varios coches de Volkswagen modelo Escarabajo, y hasta una avioneta.
“Tenemos 3 vochitos (como se conoce popularmente a los Escarabajo), y ya estamos trabajando en uno más para tener cuatro, una combi suite, y la novedad es que ya casi terminamos la avioneta”, explica este domingo a Efe Ramón Franco, propietario de EcoCamping, un hotel ubicado a unos kilómetros de Valladolid, pueblo mágico que pertenece al suroriental estado de Yucatán.
El lugar está rodeado de naturaleza y de cenotes, también se encuentra a pocos kilómetros de la zona arqueológica de Chichén Itzá, una de las ruinas mayas más icónicas de México.
Franco es de origen oaxaqueño, en el sur del país, pero encontró en las tierras mayas paz y tranquilidad y busca compartirlo con otras personas que quieran vivir la experiencia de dormir en estas peculiares habitaciones.
Listas para ser alquiladas, las habitaciones tuvieron varias modificaciones para hacerlas más cómodas, y se está a punto de culminar la remodelación del avión para convertirlo en otra estancia.
“Ecocamping es un lugar tranquilo, ecológico, autosustentable y quienes nos visitan lo que van a encontrar es paz, armonía”, indicó el propietario.
Explicó que todo se elaboró con material reciclado.
“Es un lugar con mucho corazón” y que funciona “con energía solar y eólica” y tiene “alberca, biblioteca, gimnasio, internet e incluso un área de juegos”, agregó.
En el lugar también se puede acampar y lo han visitado turistas del todo el mundo.
Ramón ya prepara otras habitaciones con el mismo concepto innovador.
“Lo que queremos es seguir construyendo con cosas recicladas y estamos viendo si nos pueden ayudar donando una embarcación. Para hacer una habitación en una embarcación grande, y las casas en los árboles. Y en algún momento quisiera hacer un ovni en la parte de atrás”, concluyó.
Y de esta manera, seguir engrandeciendo este lugar auto sustentable, donde muchos acuden para pasar la noche en un “vochito”.
Y sobre todo, vivir la experiencia de estar en contacto con la naturaleza.
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