En México, el cáncer de colon se ha convertido en la segunda neoplasia más frecuente tanto en hombres como en mujeres, sólo detrás del cán...
En México, el cáncer de colon se ha convertido en la segunda neoplasia más frecuente tanto en hombres como en mujeres, sólo detrás del cáncer de próstata y de mama, de manera respectiva.
Así lo informó la oncóloga Consuelo Díaz Romero, en conferencia de prensa, en el marco del Día Mundial contra el Cáncer de Colon a celebrarse el 31 de marzo.
“En el caso de nuestro país no dista mucho de lo que es la epidemiología a nivel mundial, prácticamente ocupa el segundo tumor más frecuente después de mama y próstata”, destacó la especialista.
En los últimos 15 años, en el Instituto Nacional de Cancerología, dijo Díaz Romero, se ha incrementado la afluencia de pacientes con este tipo de cáncer, ya que reciben cerca de 300 personas por año.
La experta señaló que una estadística en 2018 reportó que los estados del norte del país: Sonora, Nuevo León, Chihuahua, Baja California, y Guanajuato, en el Bajío, presentan mayor número de casos de esta enfermedad.
Las cifras anteriores, mencionó, se deben al estilo de vida que se encuentra más ligado al de Estados Unidos.
Entre los factores de riesgo de este cáncer, a los cuales se refirió como modificables, se encuentran una dieta rica en grasas, obesidad, así como consumo de tabaco y alcohol.
“Los no modificables son edad (mayores de 50), diabetes mellitus 2, poliposis, enfermedad inflamatoria intestinal y antecedentes familiares”, comentó.
Díaz Romero precisó que, 80 por ciento de los casos de cáncer de colon son esporádicos, “es decir, a lo largo de la vida, las personas tienen 5 por ciento de posibilidades de desarrollar esta neoplasia”.
En tanto, del 15 a 20 por ciento restante se asocia con factores hereditarios y genéticos, estas personas presentan del 80 a 100 por ciento de probabilidad de desarrollar esa afección.
“Las manifestaciones clínicas en los enfermos por lo general tienen un antecedente de seis a ocho meses previos, presentan cambios en los hábitos intestinales, cansancio, dolor abdominal inespecífico, sangrado rectal y la presencia de anemia”, detalló.
El tratamiento para una persona con cáncer colorrectal, indicó, debe ser multidisciplinario, y a través de éste se puede extender la supervivencia en general hasta 36 meses.
“Hacer una concientización en la detección de los factores de riesgo, para tomar las medidas adecuadas. Al tener una detección en etapas tempranas o en lesiones premalignas podemos tener mejores proporciones en la tasa de curación”, apuntó.
Recordó que la mejor forma de prevenir este padecimiento es teniendo un estilo de vida sano, asimismo, recomendó realizar los estudios de detección para evaluar estadios tempranos o lesiones premalignas en pacientes con cáncer de colon.
Los estudios no invasivos como la detección oculta en heces, explicó, ha llevado a una disminución de la mortalidad.
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